Política

El lado obscuro de la Inteligencia Artificial

  • Tiempos interesantes
  • El lado obscuro de la Inteligencia Artificial
  • César Romero

Sin empacho alguno confieso mi gusto por la “ciencia ficción”. Me gustan, incluso, las viejas películas en blanco y negro, con viajeros espaciales recorriendo el universo vestidos en mamelucos forrados de papel aluminio mientras las naves espaciales y/o los monstruos extraterrestres los atacan colgando de cables muy mal disimulados.

También soy aficionado a los “gadgets” y a la innovación, aunque me cueste aprender a lidiar con sus consecuencias. En general prefiero lo Robert Frost, llamaba “the road not taken”. Sin embargo, respecto a la Inteligencia Artificial mantengo un sentimiento encontrado: me fascina, pero a la vez me genera profunda desconfianza.

La empresa Nvidia tiene un valor de mercado de unos 4 millones de millones de dólares. Esto es, más del doble del producto nacional bruto de un país como México ($1.85 trillion). Se trata de la principal fabricante de chips para videojuegos; los mismos que hoy utilizan las computadores con capacidad de procesar la Inteligencia Artificial Generativa (AIG por sus siglas en inglés) ese gigantesco negocio que tiene hipnotizado a los grandes mercados financieros del planeta.

Bien por ellos, Aunque, como escribió Shakespeare en Hamlet, “something is rotten in the state of Denmark”.

Un ejemplo: la electricidad; un “data center” igual a 1,000 supermercados y una pregunta a la A.I. utiliza 10 veces más computo (procesamiento de datos) que una búsqueda en Google. De hecho, entre 2020 y 2028 el consumo de energía eléctrica al servicio de la inteligencia artificial en Estados Unidos se multiplicará por seis. Alimentar 800 de este tipo de instalaciones no es asunto menor.

Por supuesto que la A.I.G. es la gran cosa. Hasta donde alcanzo a entender se trata de un avance importante en la capacidad de procesar datos de las computadoras. Gracias a lo cual se ha podido desarrollar software con el cual las maquinas tienen capacidades equivalentes a las de “escuchar” y “ver”. Y, a partir de ahí, desarrollar cierto nivel de “pensamiento”.

En otras palabras, computadoras super poderosas, más el diseño de algoritmos y prompts ad hoc construyen la etiqueta de “inteligencia artificial”.

De ahí viene el actual boom de las grandes empresas de tecnología en el planeta. (Las empresas chinas, más Alphabet, Meta, Microsoft, Apple y alguna más). Lo demás, casi todo lo demás, es marketing. Una burbuja gigantesca que, más pronto que tarde, explotará.

En “1929”, su libro más reciente, Andrew Ross Sorkin documenta como entre 1921 y 1928, la víspera del mayor crash en la historia de Wall Street, el valor de la Radio Corporation of America (la RCA, la principal empresa de la radio y predecesora de la NBC en televisión) paso de $1.5 a $85.5 dólares por acción.

Encantado como muchos, por el potencial del Chat GPT (incluso los pliegos petitorios de los paristas en la UNAM los produce esa herramienta), así como de las aplicaciones para crear imágenes y videos de manera casi instantánea, me cuesta trabajo suponer que estemos cruzando el Rubicón: nuestro Skynet (la tenebrosa “singularidad” de la película Terminator), o siquiera a un universo en el cual la mente humana pueda ser cabalmente superada por la A.I.

Que la inteligencia artificial supere a la inteligencia natural, en muchos casos es un hecho tan antiguo como la invención de la palabra escrita. Subestimar el infinito potencial de nuestra estupidez ha sido uno de nuestros mayores errores. La tentación de prender la A.I. y, con el mismo botón, apagar nuestro celebro ya está ahí.

Sin embargo, con toda la humildad que el caso amerita, me permito plantear una idea muy sencilla: estamos ante el primer impacto de nueva gran ola de irrupción tecnológica y terminaremos adaptándonos. Por supuesto, habrá perdedores –muchos-- y también ganadores, pocos.

La moda actual es eso, una moda y, como tal, pasará. Sin embargo, las grandes dinámicas detrás de nuestras sociedades de consumo y desperdicio seguirán siendo más o menos las mismas. Pasaremos cada día más tiempo conectados y la tecnología tendrá aún mayor presencia en nuestras vidas. Usar o no nuestras inteligencias, como siempre ha sido, dependerá de cada quien.


Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.