Nueve de cada 10 personas no cumplen sus propósitos de Año Nuevo. Solo ocho por ciento logran lo que se plantearon (Milenio, 31/12/16).
Entre los objetivos más populares están aquellos relacionados con la autosuperación, el peso corporal, mejorar las finanzas personales o hacer cambios en las relaciones de pareja.
Primero, ¿con qué comenzaron las uvas?
El propósito más anhelado para 71 por ciento de los mexicanos es ahorrar o salir de las deudas que tienen, de acuerdo a la Condusef. Lo que nos refleja la preocupación por la economía personal pero también el deseo de mejorarla.
Apenas 44 por ciento de la población en México ha ahorrado formalmente y tan solo 15 por ciento lo han hecho en una cuenta de ahorro, crédito, seguros o afore (El Financiero, 01/10/18).
Algunos consejos para empezar: no ahorres lo que te sobra, hay que guardar una cantidad al inicio de la quincena; trata de no endeudarte porque a la larga te sale más caro; y ten un fondo de emergencia, porque de lo contrario, muchos se comprometen con préstamos que resultan impagables por los intereses tan altos (CNNExpansión, 18/12/15).
Segundo, perder lo ganado en la temporada decembrina
Para buena parte de la población, uno de sus principales propósitos es ponerse en forma y bajar de peso. Al iniciar el año, las inscripciones para los gimnasios suben 200 por ciento (Milenio, 30/12/18).
Cerca de la mitad de los mexicanos se proponen perder unos kilos, pero la gran mayoría no lo cumple porque, si fuera así, siete de cada 10 adultos en nuestro país no tendrían sobrepeso u obesidad (OMS).
Tercero, ¿metas lejanas?
Establecemos propósitos pero más bien los vemos como una ilusión o un deseo, que como algo que estemos dispuestos a alcanzar y establecer una ruta para conseguirlo (Sosa-Once Noticias, 01/01/20).
Es posible cumplir nuestros propósitos si somos específicos en qué queremos y si marcamos el camino para lograrlo, sin poner demasiados a la vez porque sino dispersamos nuestro esfuerzo.
Hay que saber que no es de la noche a la mañana, que cualquier objetivo requiere esfuerzo constante y tiempo porque sino la falta de resultados inmediatos puede llevar al desánimo. Necesitamos establecer metas pequeñas que sean diarias, otras que sean de mediano y de largo plazo.
El año apenas inicia, así que desempolvemos esos propósitos para no dejarlos guardados una vez más por doce meses porque, a fin de cuentas, son anhelos que tenemos y expectativas que nos propusimos para estar mejor. _