Los billonarios paquetes de estímulo fiscal puestos en marcha en EU para recuperar su economía han sido los más grandes anunciados en la historia de ese país. Y si es una buena noticia para los estadunidenses, también para los mexicanos. “Esos paquetes van a tener mayor efecto en México que los propios paquetes de estímulos de México”, me decía Gabriel Casillas, director general de análisis económico y relación con inversionistas de Grupo Financiero Banorte.
Si el gobierno de Donald Trump apuesta fuerte para recuperarse financieramente más rápido de la crisis, eso no se quedará solo en su país. Las cadenas productivas con México se pondrán en marcha, el consumo crecerá y con ello la reactivación también de muchos sectores donde nuestros paisanos trabajan y gracias a los cuales recibimos remesas.
En esta pandemia el cierre de actividades y de fronteras puso en jaque a las cadenas de suministros y hay planes de apostar nuevamente al nearshoring, a la proveeduría más cercana, segura y competitiva) como es la mexicana.
Ante una recesión sin precedente, el gobierno de Trump decidió responder con un superpaquete billonario también sin precedente y superior al que han anunciado la mayoría de las grandes economías del mundo. Se trata de un plan que equivale a 13% el PIB de EU (cuando en la mayoría de los países ha sido de hasta 5% de su PIB). En el caso de México representa apenas 1.6% de nuestro PIB.
Como decía Martin Woolf en una columna de Financial Times: nadie sabe cómo saldremos de esta crisis, pero todos saldremos más endeudados. México decidió que no: que tardará más en recuperarse, pero nada de pedir préstamos ni ayudas.
“La diferencia entre los paquetes de estímulo fiscal de EU y México no es solo en magnitud, sino hacia dónde están dirigidos y en el tipo de apoyo: en México está orientado casi ciento por ciento a apoyar a que las personas (sobre todo las menos favorecidas) vía créditos, no con transferencias directas. En EU, 20% del paquete está dirigido a las personas, pero en su mayoría son transferencias directas, mientras que poco más de 70% es para hacer que las empresas sobrevivan y recontraten personal”, agrega Casillas.
Entonces, si bien de este lado de la frontera el apoyo es pequeño, es tan grande del otro lado, que esa ‘locomotora’ terminará arrastrando nuestros propios vagones. Recordemos que 80% de nuestras exportaciones son hacia el país con el mayor plan de recuperación.
“El paquete de estímulo de Trump va a ayudar a la manufactura y al turismo”, dice Casillas. Lo cual no es menor: la manufactura representa 19% del PIB mexicano, mientras el turismo es 4% (aunque tarde mucho en regresar a sus años dorados debido a la naturaleza de la crisis).
Si se cumplen las proyecciones del Banco Mundial para México, de un crecimiento de 3% para 2021, “1% vendría del paquete de estímulos fiscales de EU y el resto de la reapertura misma de la economía mexicana”, agrega Casillas.
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