Así es el título de una gran novela del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez. “¿Qué ruido hacen las cosas al caer? Depende de qué es lo que se cae”, dice en su libro que habla del miedo y la nostalgia desde un sentido con mucha memoria como es el oído.
Y me puse a pensar que todo lo que se está llevando esta pandemia también tiene su propio ruido:
— Del último latido del corazón del paciente 53 mil 929 que murió ayer a causa del coronavirus.
— Del borboteo espeso del petróleo saliendo de una plataforma de Pemex y que se llenará el barril número un millón 557 mil del día. Ese barril no es una buena noticia, porque producirlo y ponerlo en el mercado le cuesta 1.446 pesos a Pemex. Ese barril multiplicado por seis meses suma pérdidas a esta paraestatal por 26 mil mdd.
— De la chicharra desesperada del timbre del recreo que no escucharán los 30 millones de alumnos que empiezan su ciclo lectivo desde su casa... y también el silencio en los hogares de los otros 2.5 millones de estudiantes que abandonarán este año las clases, según calculó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
— El del metal de la cortina golpeando su cadena oxidada que dejó de sonar en la miscelánea, que es una más de las más de 10 mil mipymes que cerraron para siempre por la epidemia, según datos del IMSS.
— El del golpe del sello de Migraciones en el pasaporte del turista 981 mil que llegó el mes pasado, una brisa en un sector que ha perdido 74.8 por ciento del turismo internacional en la temporada y más de 91 por ciento de sus ingresos.
— El del gafete corriendo por el lector de ingreso a la planta de uno de los 20.1 millones de trabajadores que perdieron su trabajo.
— El del contenedor enviado desde México desplomándose en la plancha de un puerto en Estados Unidos. Esa enorme caja metálica tendrá más espacio, porque las exportaciones a nuestro principal socio cayeron 19.7 por ciento en la epidemia.
— El de una tortilla crispando en un comal, la única comida caliente que tendrá uno de los 10 millones de mexicanos que cayeron en pobreza extrema en estos meses.
En lo que va del año, el PIB mexicano se desplomó 18.9 por ciento, la peor caída en décadas, un retroceso en la economía que muchos analistas calculan que se encauzará en tres años más. “¿Qué ruido hacen las cosas al caer? Depende de qué es lo que se cae”.
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