Esta será la semana del paquete económico 2021, entre la entrega de la propuesta a los legisladores a la explicación del secretario Arturo Herrera en la conferencia mañanera del miércoles 9.
Desde hace semanas el gobierno y los funcionarios hacendarios vienen dando pistas de que no habrá cambios extraordinarios en un periodo que sí arranca con un contexto extraordinario: la peor crisis económica y sanitaria de los últimos 88 años.
No habrá impuestos nuevos (solo ajustes por inflación), no habrá gasolinazos, se seguirá con la austeridad en la administración federal, habrá más recortes de gasto corriente y se dará prioridad a los 38 programas sociales y a los proyectos insignia, como el Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía y la Refinería de Dos Bocas.
El paquete económico es el presupuesto nacional con los datos de cuánto recibirá el gobierno (ingresos) y cómo los gastará (egresos).
¿Con qué nos financiaremos?:
1. No contemos con el petróleo: venimos de un año complejo, con recortes en la producción global (¿se acuerdan del ‘OPEP moment’ de nuestra secretaria de Energía?) y una caída histórica en los precios por la pandemia. Pemex siguió demostrando su inhabilidad para ser rentable, con una caída por los ingresos petroleros de 54%. Lo más probable es que en 2021 pierda su grado de inversión, suba el costo de su deuda y consuma más recursos de los que genere.
2. No contemos con más ingresos tributarios: con 10 mil empresas muertas por covid-19, 12 millones de desempleados y la caída en el consumo no habrá alza de la recaudación de IVA o ISR, excepto las acciones puntuales y efectivas de cobros pendientes a grandes empresas evasoras.
3. No contemos con la IED: si bien este año solo cayó 0.7%, la inestabilidad internacional y los cambios de juego de grandes inversionistas quitarán atractivo a la inversión productiva. Se calcula que la inversión extranjera caerá 40%.
4. No contemos con fideicomisos y fondos: porque ya se usaron este año por la pandemia todos los que había en las distintas secretarías, así como el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios y el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.
5. No contemos con préstamos: el gobierno reiteró que no se endeudará y hay una razón de peso: el costo del servicio de la deuda (los intereses anuales) que son de los más altos del mundo y equivale a 4% del PIB, cuando en EU es 2% o en Chile 0.25%.
Eso sí, contemos con George Washington: en abril podrán usarse los remanentes de Banxico (la diferencia que ganó por la apreciación del dólar versus sus reservas internacionales) que suman unos 500 mil mdp. Y también los dólares de las remesas, que se espera aumenten gracias a los planes de recuperación en EU. El ingreso por remesas como proporción del PIB pasó de 2.9 puntos en 2019 a 3.8 en lo que va del año.
Nada indica que sea un paquete económico excepcional a pesar de estar en una coyuntura excepcional. Será un presupuesto diseñado para administrar la austeridad.
barbara.anderson@milenio.com
@ba_anderson