Cultura

“Los lazos que nos unen”

  • La pantalla del siglo
  • “Los lazos que nos unen”
  • Annemarie Meier

No hay duda, la familia se ha convertido en un tema del cine occidental actual. Las películas “Familia” de Rodrigo García (2023) y “La luz” (“Das Licht”) de Tom Tykwer (2025) son dos ejemplos de cómo el cine mexicano y europeo empacan problemas y estilos de vida de hoy en historias familiares. La película francesa Los lazos que nos unen (L’attachement) de Carine Tardieu, que formó parte del Tour de Cine Francés, no sólo abona al tema sino descompone y recompone el concepto al describir a personajes que, con sus emociones, necesidades y comportamientos, muestran personajes femeninos, masculinos y niños, que enfrentan situaciones que rompen con la concepción y los roles de la familia tradicional. Como personas curiosas y reflexivas sabemos, desde luego, que el concepto de familia ha sufrido las más diversas interpretaciones a lo largo y ancho de culturas y épocas y que las ciencias humanas y los discursos artísticos han reflejado esa diversidad. Que un filme como Los lazos que nos unen sea capaz de condensar la reflexión en una historia ficcional y hacerlo con elegancia, belleza y profundidad, es un descubrimiento maravilloso que muestra la maestría de una narradora cinematográfica genial.

Sara, la protagonista de Los lazos que nos unen, es una mujer francesa de cincuenta y tantos años que ha decidido y se ha instalado en una vida independiente, sin pareja fija ni hijos y dedicada plenamente a la administración de su librería de literatura sobre feminismo. Cuando su tranquilidad y los rituales diarios son trastocados por el hijo de sus vecinos de nombre Elliott, la mujer se irrita y responde con molestia a las preguntas descaradas del pequeño precoz. La situación se complica cuando el niño queda huérfano y desarrolla una relación de dependencia emocional con Sara. La atracción es mutua y contagia no sólo a Alex, el padrastro de Elliott, sino también al padre biológico del niño que trata de recuperar a su hijo, la madre de Sara, la abuela del niño y una joven pediatra que se ha convertido en la nueva pareja de Alex.

No cabe duda que la sinopsis suena confusa, aunque todos estos lazos – y líos – giran alrededor de Sara, interpretada maravillosamente por Valeria Bruni Tedeschi, cuyos altibajos emocionales conforman la espina dorsal del relato. La mujer que se creía feliz con su independencia se sorprende por las emociones que despierta la presencia, el diálogo y los juegos con un chiquillo que se ha encariñado con ella y la necesita. Algo parecido le pasa con su padrastro e incluso con el padre de Elliott quienes encuentran en la mujer inteligente, madura y generosa, una fuerza femenina atractiva y poderosa.

Interesante que la trampa en la que el amor y el deseo pueden atrapar a los personajes a través del “juego de poder”, es reconocido por los personajes femeninos jóvenes que cuestionan la obligación a la maternidad. La realizadora -y sus coguionistas- los muestran con sensibilidad, ironía y una sorpresiva autocrítica. El filme es generoso con todos los personajes ya que les otorga vida, dudas y desarrollo propio y los aleja de los clichés de roles como la maternidad, la paternidad, el amor posesivo, la relación tóxica etc. Algunos críticos se refieren al tema del filme como la descripción de una familia “patchwork”. Es cierto que los personajes pueden parecer piezas de un rompecabezas que se pueden ensamblar. Lo que resulta del mosaico, sin embargo, no es una familia sino una pequeña comunidad humana compuesta por varias generaciones y unida por lazos de cariño entrañables.


Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.