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"The Book of Mormon"

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Hay un juego muy divertido cuando hablamos de The Book of Mormon: a todo el mundo le da por pedirle al público mexicano que no se ofenda. Es como si no entendiéramos lo que pasa en este musical. Es como si nosotros mismos nos consideráramos una sociedad de segunda. Si usted la observa con detenimiento, The Book of Mormon es un cuento más bonito de lo que parece, una historia positiva, feliz.

Y los mexicanos parecemos mochos, pero le recuerdo, somos la cúspide de lo irreverente, de la acidez, del humor negro, de lo políticamente incorrecto. Somos todo menos tontos, por eso sabemos adónde ir para esperar qué cosa.

Ir a The Book of Mormon esperando mojigatería sería tan estúpido como sentarse a ver La rosa de Guadalupe esperando un espectáculo de albures. ¡Pues claro que no! ¡Cada cosa tiene su lugar! Lo verdaderamente importante de que The Book of Mormon se esté presentando en Ciudad de México es el nivel de esta producción y la reacción de las audiencias.

Lo que la gente puede ver, de martes a domingo, hasta el 8 de diciembre, en el Centro Cultural Teatro 1, es la obra de Estados Unidos, con la misma producción de Estados Unidos y el elenco de allá. Se ve, se oye y se disfruta exactamente igual que en el mejor de los teatros de Estados Unidos, con música en vivo y en su idioma original, solo que a un precio mil veces más razonable que el que usted pagaría en Estados Unidos.

¿Cómo le hace el público nacional para entenderla si mucha gente no domina el inglés? Hay subtítulos, como en la ópera.

¿A qué me refiero cuando hablo del nivel de esta presentación? Lo voy a decir con mucho respeto. Por favor no vaya a malinterpretar mi comentario: Las compañías teatrales de Estados Unidos no están jugando. Cada dólar que las audiencias pagan por cada carísimo boleto en lugares como Broadway, Chicago o Los Ángeles tiene que estar justificado.

Por lo mismo, cuando uno va a ver un musical allá, ve perfección. Todos los actores tienen que estar bien, levantar la pierna a la misma altura, sonreír en el mismo tono. Nadie perdona nada. Este es el nivel de The Book of Mormon y no hay manera de estar ahí, y de no sentirlo, de no agradecerlo, de no flotar. Por eso la gente no para de reír, de aplaudir. Por eso al final, la multitud se levanta y ovaciona a todos y cada uno de los actores como ya ni siquiera se ovaciona a las grandes estrellas del teatro nacional.

¿Ahora entiende de lo que estamos hablando? Los mexicanos y The Book of Mormon tardamos, pero nos encontramos. Nacimos los unos para los otros. Es satisfacción garantizada, clic instantáneo. ¡Todos tienen que ir! ¿Qué es The Book of Mormon? ¿De qué trata? ¿Por qué tanto escándalo? Se lo voy a decir así para no echarle a perder la experiencia: es como un capítulo de South Park, pero con otros personajes y a lo bestia. Y usted sabe lo que pasa, lo que se dice y lo que se ve en los capítulos de South Park. ¡Imagíneselo en teatro musical! 

¡Qué gran idea la de Thompson Turner Productions, Magicspace Entertainment, Centro Cultural Teatro 1, Renato A. Herrera, Alejandro Gou, Armando Reyes, Guillermo Wiechers y Ángeles Vidal, la de traer esto a México! Luche por verla. ¡Ya! 


alvaro.cueva@milenio.com


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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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