Si hay un lugar donde están pasando las cosas es en las VIX Micro. No doy crédito de la cantidad, calidad y diversidad de propuestas.
Cuando no es “Sola y embarazada en un estacionamiento abandonado” es “Casi 40 en la uni y el profe está que arde” pasando por “Mi vida no es una telenovela”, “La cocinera que conquistó al presidente”, “Tóxicos en línea” y más, muchos contenidos más.
En el muy remoto caso de que usted no lo sepa, las VIX Micro son telenovelas verticales, melodramas seriados contados en capítulos de un minuto diseñados para verse únicamente en los teléfonos celulares.
Son producciones del más alto nivel, con una combinación insólita de grandes leyendas del espectáculo mexicano y jóvenes promesas de verdad.
Y usted no tiene que pagar ni un centavo por mirarlas. Lo único que tiene que hacer es descargar la App de VIX, picarle a la opción Micros y ya.
Son decenas de telenovelas verticales. Hay de todo tipo, para todos los gustos, para toda la gente.
Amo este proyecto de TelevisaUnivision porque me remite al origen de las telenovelas mexicanas en 1958, porque me recuerda muchas cosas: el cine de otros tiempos, los videohomes de mi adolescencia, los melodramas exagerados. Sólo que con la apertura y la tecnología de hoy.
He tenido el gusto de escribirle de esto desde que nació y creo que llegó el momento de hacerle una recomendación de oro: “El regreso de la heredera fugitiva”.
Quiero que me prometa que la va a buscar. Quiero que me prometa que la va a ver. Le juro que si usted es público de esta clase de contenidos, la va a adorar.
Le voy a decir cuál es mi sueño: ¿se acuerda usted del ciclo de las telenovelas? Hubo una época, al principio de este negocio, en que teníamos una industria verdaderamente redonda que atendía con rigor a las audiencias.
Primero las historias se hacían en radionovela. Después en telenovela. De ahí pasaban al cine. Y al final, si aquello no venía de las historietas, se editaban los libros.
Mi gran sueño es que un Juan Osorio, un José Alberto Castro, una Rosy Ocampo, un Carlos Bardasano, alguien muy “picudo”, se tome un ratito para ver “El regreso de la heredera fugitiva”, se dé cuenta del tamaño de proyecto y se lo lleve, de las VIX Micro, a las telenovelas de Las Estrellas.
Es que, en serio, es tan buena como esos clásicos que hoy estamos “refriteando”. No por nada la autora original de esta joya es la regiomontana Aída Guajardo.
Aída ha sido la creadora de éxitos monumentales a nivel nacional e internacional. Desde “Para volver a amar” y la más reciente adaptación de “Yo no creo en los hombres” hasta el cañonazo global de “Madre de alquiler”.
Pero, con todo respeto, “El regreso de la heredera fugitiva” es su “Corazón salvaje”. Es romántica. Es divertida. Es adictiva. Es pasional. ¡Es la telenovela de televisión abierta privada nacional que México estaba esperando!
Cuando la vi por primera vez, no la podía creer porque la señora Guajardo inventó una estructura para las VIX Micro. Supo condensar, en segundos, formas y fondos que de otra forma jamás hubieran brillado tanto.
¿Me creería si le dijera que “El regreso de la heredera fugitiva”, desde hace mucho, superó los 25 millones de vistas sin contar redes sociales?
¿Cuántas telenovelas, cuántas series, pueden presumir de algo así? ¡25 millones! ¿Así o más claro que esto funciona? ¿Así o más claro que aquí está el nuevo ciclo de las telenovelas?
Por si esto no fuera suficiente, el reparto está excelente. Alexa Archundia es una protagonista ideal. Sandra Kai es la villana más villana de todas las villanas.
Lupita Lara es ya, la nueva abuelita del cine nacional. Rodrigo Brand tiene un futuro como galán extraordinario. Raúl Coronado está haciendo el personaje de su vida.
Y aquí le paro porque si no me voy a quedar todo el día en el elogio. Luche con todas sus fuerzas por ver “El regreso de la heredera fugitiva” en VIX Micro y me platica. Le va a gustar. De veras que sí.