Política

Un año de política exterior feminista

  • Columna de Alicia Kerber Palma
  • Un año de política exterior feminista
  • Alicia Kerber Palma

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Cuando pensamos en el fenómeno migratorio, solemos identificarlo con el movimiento de aquellos hombres que se mudan a otros países con el sueño de proveer mejor para sus familias. Sin embargo, la migración se ha convertido también en un factor importante para las mujeres con expectativas económicas, políticas y sociales que, dada la falta de oportunidades en sus países de origen, buscan nuevos horizontes más allá de sus fronteras.

Actualmente las mujeres representan más de la mitad de la población migrante del mundo, por lo que cuando se agrede a la comunidad mexicana en Estados Unidos, quienes más sufren los efectos de dichas acciones son las mujeres. Así pudimos identificarlo recientemente durante las redadas llevadas a cabo en agosto de este año en el estado de Mississippi. Ahí, las detenciones se enfocaron principalmente en mujeres madres de familia sin récord criminal y con hijos menores que iniciaban ese día su ciclo escolar, colocando no solo a ellas sino a todo el entorno familiar en situación de vulnerabilidad y con una necesidad apremiante de asistencia consular.

Durante el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha reconocido la importancia de colocar la perspectiva de género en el centro de la política exterior. El México de la 4T asume como propios los principales consensos internacionales que señalan la urgencia de integrar la visión de las mujeres en el diseño de las políticas públicas.

A nivel internacional, desde el año 2000, la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU plasmó la necesidad de aumentar la representación de la mujer en el mantenimiento de la paz y seguridad internacional por ser ellas las principalmente afectadas en situaciones de conflicto. Asimismo, entre los primeros cinco objetivos de desarrollo sostenible en la Agenda 2030, se establece lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas. Es por ello que el gobierno de México decidió desarrollar una política de largo aliento que incorpore las visiones de todos los miembros de la sociedad.

En este sentido, el secretario Marcelo Ebrard ha señalado acertadamente que un gobierno progresista debe ser feminista, lo que en el caso de nuestra política exterior se ha traducido en hechos y acciones concretas en beneficio de nuestras comunidades.

Un ejemplo notable es el impulso dado a la Ventanilla para la Atención Integral de la Mujer (VAIM), para colocar a la mujer en el centro de los programas y servicios consulares. En sintonía con el mandato presidencial de atender a quienes se ubican en situación de vulnerabilidad, buscamos abordar los contextos más difíciles a los que se pueden enfrentar las mujeres migrantes, incluyendo violencia doméstica, discriminación, trata de personas y otros problemas que las afectan particularmente y, sobre todo, lograr su empoderamiento en la comunidad.

El compromiso de una política exterior feminista no solo se limita a la integración de más mujeres en el sector, sino a su incorporación en puestos de decisión que permita cuestionar las jerarquías políticas y de poder que han definido el devenir de las instituciones nacionales e internacionales. Ejemplo de ello es la situación prevaleciente en la ciudad de Houston en la que, de 42 consulados generales existentes, tan solo ocho son encabezados por mujeres, incluyendo el de México.

En este sentido, para fortalecer el liderazgo en la difusión de una política exterior feminista, el Consulado General de México en Houston se dio a la tarea de convocar a las titulares de otras representaciones diplomáticas de diversas regiones para analizar las mejores prácticas y los principales retos en la construcción de una actividad profesional más balanceada. Cambios legislativos y voluntad política fueron identificados como esenciales para cristalizar la sostenibilidad de un enfoque de género con una visión integral de la sociedad.

En México avanzamos en la dirección correcta. Por primera vez en la historia, el titular del Ejecutivo nombró a una mujer como embajadora de México en Estados Unidos y a mujeres diplomáticas de carrera en los tres consulados más grandes de México en la Unión Americana. Estos nombramientos son altamente positivos pues atienden a la urgencia política de incorporar plenamente a las mujeres en la toma de decisiones y en la implementación de las políticas públicas de nuestro país al más alto nivel y en todos los ámbitos del quehacer nacional.

Por estas razones, el balance del primer año de política exterior feminista es muy alentador, pues con hechos se está marcando una diferencia tanto en la conducción como en la ejecución de la labor diplomática y consular mexicana. Esta nueva diplomacia incorpora con decisión a las mujeres y también a miembros de otros grupos antes marginados, como la comunidad LGBTQ. Se trata de una transformación sustancial que contribuye claramente a la construcción de una verdadera política exterior de unidad, en la que todos y todas participamos de manera integral en la defensa de los derechos de nuestra comunidad mexicana en el exterior y en la promoción de los intereses de México.

* Cónsul General de México en Houston

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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