Recientemente la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco publicó el libro “El poder y la educación en el proyecto de nación”, coordinado por Sonia Comboni Salinas, José Manuel Juárez Nuñez y Pablo Mejía Montes de Oca, en el cual tuve la oportunidad de participar con un artículo referido al corporativismo sindical. En este tenor, comparto una referencia general de la obra, producto de las reflexiones de distintos académicos en el contexto de las políticas educativas neoliberales.
A lo largo del periodo de independencia y durante el asentamiento de la República la educación fue uno de los ejes en torno al cual giró la lucha entre liberales y conservadores para darle rumbo a la naciente nación mexicana. Si bien ambos bandos coincidan en la importancia de ésta para asegurar la independencia y favorecer al crecimiento económico y el desarrollo social, sus visiones eran muy diferentes. Todo el siglo XIX estará recorrido por esta lucha por apoderarse de las conciencias de la niñez y la juventud como medio para darle un sentido a la historicidad de la nación, hasta el triunfo definitivo de los liberales, imponiendo los principios propuestos por los masones de la época y consagrados en la Constitución de 1857. Aunque el siglo XX vivió también bajo estas tensiones, agravadas por el surgimiento del sindicalismo magisterial, que luego de pasar por diferentes etapas y organizaciones de diversa índole ideológica, se concretiza en la creación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, cuyas diversas escisiones y disidencias se configuran casi definitivamente en la organización de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que abarca la sección 22 de Oaxaca, parte del magisterio de Michoacán, Guerrero y Chiapas. En El poder y la educación en el proyecto de Nación, fruto de las reflexiones propuestas en el seminario Educación y Poder, se ponen de manifiesto estas dos tendencias, tanto en la época de la lucha por la instauración y restauración de la República, como durante la época contemporánea.
El libro analiza someramente el proyecto de nación neoliberal, empresarial y extranjerizante impulsado por los gobiernos tanto priistas como panistas desde Salinas de Gortari hasta Peña Nieto, desde la abolición del ejido, la desaparición de las paraestatales, hasta el desmantelamiento actual de Petróleos Mexicanos (PEMEX), así como lo que podría ser el papel que la educación desempeñe en la consecución de este proyecto, formando personal científico y técnico para apuntalar los proyectos de inversión en las empresas que utilicen nuevas tecnologías, al igual que en los estudios sociales dados los cambios continuos en las actitudes y comportamientos que provoca el uso de las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y las nuevas relaciones sociales que éstas traen consigo. Estas tendencias se ven reflejadas en los artículos de esta obra, que se divide en tres partes:
La primera de un carácter eminentemente histórico social en el sentido de recuperar las bases de lo que será en el siglo XXI el sistema educativo mexicano, con sus virtudes y defectos. Los primeros intentos de una educación nacional se fundamentaron en un el espíritu liberal, laico y científico, los alcances siempre fueron mínimos debido al escaso presupuesto que se le dedicó sobre todo en el siglo xix y en los primeros años posteriores a la Revolución mexicana. Hoy se insiste en la educación crítica, participativa, ética, incluyente, solidaria con valores, en la igualdad de género y el respeto a la diversidad, entre otras características de carácter valoral y comunitario, así como en el aprender a aprender, como filosofía del modelo educativo. En la actualidad, la educación está sujeta a los vaivenes de la política y de la economía, así como a los lineamientos de los organismos internacionales.
En la segunda parte, se da cuenta de cómo la educación superior enfrenta problemas de presupuesto y de orientación científica como política general, pues si bien se dice que las IES públicas son autónomas cada vez dependen más de las políticas gubernamentales como condición para tener un presupuesto adecuado
Finalmente, se analiza las políticas propuestas por la UNESCO así como las tendencias en educación basada en competencias. Proyecto pedagógico que lleva consigo un interés muy especial en relación con las capacidades que el Estado quisiera que los niños y jóvenes estudiantes adquirieran para hacerlos competitivos en el mercado de trabajo, eficientes y más productivos. Por tanto, es un proyecto de formación tecnológica, más que humanística. (Comboni, Juárez, Mejía: 2017)
Los autores reconocen que desafortunadamente los procesos de publicación académica implican demasiado tiempo, por lo cual este libro escrito antes de haberse proclamado el Nuevo Modelo Educativo, no lo aborda directamente y sólo se hace mención de la necesidad de renovar la educación básica y media superior, objetivo del Nuevo Modelo, previniendo al lector que a pesar de que esta reforma llega con un retraso de 30 años, más vale tarde que nunca.
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