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No se erradicará el covid, aprendamos a vivir con eso

  • Columna de Alejandro Gómez Tamez
  • No se erradicará el covid, aprendamos a vivir con eso
  • Alejandro Gómez Tamez

La expectativa con la tercera ola de contagios, impulsada por la variante Delta, es que aún nos falta por ver muchas cosas terribles en materia de salud. En este contexto se abre un debate en cada nación respecto a qué hacer para enfrentar esta nueva ola. Se destaca la importancia de aumentar la vacunación, se refuerza el mensaje de que es indispensable usar cubrebocas y mantener la higiene de manos. Sin embargo, acecha la amenaza de que volvamos a enfrentar cierres de actividad económica y limitaciones a la movilidad, en caso de que el número de casos siga creciendo exponencialmente y que esto ocasione una saturación en el sistema de salud pública y privado.

Esta semana tuve la oportunidad de leer un artículo editorial respecto a la estrategia que deben seguir los gobiernos nacionales para enfrentar la enfermedad del Covid-19 causada por el virus SARS-CoV-2. El artículo se titula “La erradicación del Covid es una fantasía peligrosa y cara” y fue escrito por el Dr. Jay Bhattacharya y Donald J. Boudreaux. Fue publicado por el Wall Street Journal el 4 de agosto. En él se dan argumentos sólidos para pensar que los intentos de erradicar el Covid-19 de la faz de la tierra están destinados al fracaso, que el cierre de la actividad económica es un ejercicio perverso e inútil, y que los esfuerzos deben estar puestos en mantener buenos hábitos de higiene, así como de aumentar las tasas de vacunación. El virus que causa el Covid-19 no se va a ir jamás.

Cabe señalar que el Dr. Bhattacharya es profesor de medicina en Stanford e investigador asociado en la Oficina Nacional de Investigación Económica. El Sr. Boudreaux es profesor de economía en la Universidad George Mason.

El artículo argumenta que gran parte de la patología subyacente a la política gubernamental en contra del Covid surge de la fantasía de que es posible erradicar el virus. Aprovechando el pánico pandémico, los gobiernos de muchas naciones y los medios de comunicación “obedientes” han utilizado la atractiva idea de que es posible llegar a tener cero casos de Covid, y para ello se induce a una obediencia ciega respecto de las duras políticas que limitan la actividad económica, mismas que han sido arbitrarias, además de que en muchos países se han violentado las libertades civiles.

Los costos de cualquier programa de erradicación del Covid-19 son inmensos y deben justificarse antes de que los gobiernos persigan tal objetivo. Estos costos incluyen el sacrificio de bienes y servicios no relacionados con la salud, así como otras prioridades de salud, prevención y tratamientos a los que se tendría que renunciar. El fracaso constante de los funcionarios del gobierno para reconocer los daños de los cierres económicos, a menudo poniendo como pretexto el principio de prevención, descalifica al Covid como candidato para su erradicación.

La única ruta práctica es aprender a vivir con el virus de la misma manera que hemos aprendido a vivir durante milenios con otros innumerables patógenos. Una política de protección bien focalizada puede ayudarnos a enfrentar el riesgo. Hay una diferencia mil veces mayor en el riesgo de mortalidad y hospitalización que representa el virus para los ancianos en relación con los jóvenes. Ahora tenemos buenas vacunas que han ayudado a proteger a las personas vulnerables de los estragos del Covid. La solución prioritaria es ofrecer la vacuna a los grupos más vulnerables en todas partes del mundo. Se debe abandonar la idea de los cierres de actividad económica, así como las restricciones a la movilidad, ya que esto ha probado ser una estrategia fallida.

El Dr. Jay Bhattacharya y Donald J. Boudreaux concluyen mencionando que vivimos con innumerables peligros, cada uno de los cuales podríamos elegir sensatamente no erradicar. Las muertes de accidentes de automóviles podrían erradicarse prohibiendo los vehículos de motor. El ahogamiento podría erradicarse prohibiendo la natación y el baño en albercas. La electrocución podría erradicarse prohibiendo la electricidad. Vivimos con estos riesgos no porque seamos indiferentes al sufrimiento, sino porque entendemos que los costos de cero ahogamiento o cero electrocución serían demasiado altos. Lo mismo ocurre con la estrategia de llegar a cero casos de Covid.


Alejandro Gómez Tamez *

alejandro@gaeap.com

@alejandrogomezt

* Director general GAEAP


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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