El Presupuesto de Egresos 2026 presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) plantea un ajuste fiscal más gradual tras la consolidación lograda en 2025.
Con esto, se pretenden que se combine disciplina fiscal, apoyo a la economía en desaceleración y ayuda sustancial a Petróleos Mexicanos (Pemex), de acuerdo con la firma suiza UBS.
Así proyectan el déficit fiscal de 2025
Señaló que según la propuesta, el déficit fiscal de 2025, inicialmente proyectado en 3.9 por ciento del PIB, cerrará en 4.3 por ciento debido a la menor recaudación por impuestos petroleros.
Mientras que para el próximo año, se estima un déficit de 4.1 por ciento del PIB, superior al 3.2 por ciento contemplado en las directrices presupuestarias de abril de 2025, lo que refleja un enfoque más flexible frente a la desaceleración económica.
Agregó que el presupuesto 2026 proyecta que la deuda pública alcanzará 52.3 por ciento del PIB, frente a 51.4 por ciento del presupuesto de 2025.
Aunque se espera que la relación deuda/PIB se mantenga relativamente estable, los compromisos de gasto rígidos y la base tributaria limitada siguen representando riesgos para la estabilidad fiscal.
“El gobierno mexicano sigue priorizando la disciplina fiscal, con la mayor parte de la deuda denominada en pesos, emitida a largo plazo y concentrada en inversionistas nacionales, lo que brinda resiliencia financiera”, dijo el banco suizo.
¿En qué consiste el paquete fiscal?
Detalló que el paquete fiscal incluye:
-Mayor eficiencia en la administración aduanera.
-Aumento de impuestos especiales a bebidas azucaradas, tabaco, videojuegos y juegos de azar.
-Limitación de deducciones sobre transferencias bancarias al IPAB.
-Nuevos aranceles a países sin tratados de libre comercio, con algunos aumentos al máximo permitido por la OMC.
“Estas medidas buscan aumentar la recaudación, aunque la inversión pública podría mantenerse limitada debido al alto peso de los gastos obligatorios en el presupuesto”, comentó.
Pemex, el riesgo estructural
Destacó que un punto crítico del presupuesto es que Pemex aumente su producción de petróleo a 1.794 millones de barriles por día.
Este objetivo parece optimista, dado los desafíos estructurales del sector. Su incumplimiento podría generar un déficit adicional de 0.3 a 0.4 por ciento del PIB.
Destacó que Moody’s mantiene una perspectiva negativa desde noviembre de 2024, aunque México conserva su grado de inversión por ahora.
Con inversión pública apenas de 2.5 por ciento del PIB y cuellos de botella en infraestructura, sobre todo en energía, el país podría enfrentar restricciones para aprovechar oportunidades de nearshoring y fortalecer su crecimiento económico a mediano plazo.
KL