Cultura

“A veces quiero contarte” de Liliana Mercenario

Los maestros Edgar Oceransky y Liliana Mercenario nos comparten la historia detrás de una canción que nació del amor maduro y de la gratitud.

La canción de Oceransky no habla del desamor ni del encuentro fugaz, sino del agradecimiento. Escrita hace más de quince años, surge del deseo de retratar otra etapa del amor: aquella en la que la compañía, la paz y la complicidad se vuelven hogar. Inspirado en su pareja y en la vida que compartían junto a su hija Valentina, el cantautor buscaba una frase que resumiera esa entrega.

Durante años escribió y reescribió un verso que no terminaba de encajar. Al principio decía: “Admiro tu valentía por largarte de tu casa para vivir en la mía.” Pero algo no le convencía. Hasta que un día encontró las palabras justas, las que revelaban el verdadero sentido del amor: “Por largarte de tu casa y convertirte en la mía.” Ahí, dice Oceransky, encontró la esencia de su relación. No era compartir un espacio, sino fundirse con el otro hasta volverse hogar. Ese momento es el punto exacto donde el arte y la verdad se encuentran: la búsqueda de la palabra precisa, aquella que no solo describe, sino que es.

Para Liliana Mercenario, la canción fue un detonante visual. No quiso ilustrarla, sino acompañarla desde su sensibilidad. Al escucharla, imaginó la serenidad de un ser amado dormido, esa quietud que también encuentra en sus animales. “Hay mucha dulzura en lo que Edgar canta. Me tocó una fibra muy profunda, esa paz silenciosa que a veces transmiten mis animales. No ilustré la canción, la dejé guiarme por ella.” Su dibujo, inspirado en esa atmósfera, muestra la armonía y la ternura de los vínculos cotidianos. Un gato —Baltazar, su compañero y modelo— aparece como símbolo de calma, testigo de esa intimidad que la canción evoca. “Le dije a mi nieta: ‘Balti va a ser famoso’. Y sí, salió en la tele”, cuenta entre risas la artista.

“A veces quiero contarte” de Liliana Mercenario
“A veces quiero contarte” de Liliana Mercenario

Oceransky reflexiona que los artistas no solo crean obras: las habitan. “Nuestra obra no es parte de nosotros; es nosotros. Habitamos nuestra música, nuestros dibujos, nuestras palabras”. El artista transforma su entorno en casa, ya sea una guitarra, un estudio o una hoja en blanco. En ese espacio simbólico, el arte se convierte en refugio y espejo. Durante la grabación, Edgar interpretó un fragmento de la canción que conmovió a todos los presentes:

“A veces quiero contarte que me despierto en las noches para mirarte dormida, por esa paz que respiras.

A veces quiero que sepas que mi tesoro es tu risa, que tu silencio en mi cama es mi mejor compañía.”

Una declaración de amor sin dramatismos, honesta y serena. Una canción que, más que decir te amo, dice gracias. La canción de Oceransky se volvió imagen en las manos de Mercenario; el dibujo de Liliana devolvió a la música su ternura visual. El Arte de la Canción cerró con las palabras de Avelina Lésper: “En este programa tenemos muchas cosas que contar, y contarlas con amor.” Y así, entre melodías y trazos, Edgar Oceransky y Liliana Mercenario nos recordaron que el amor no siempre se grita ni se sufre: a veces simplemente se habita.

Escucha esta entrevista completa en “El Arte de la Canción: Segunda Temporada” Celebrando los 80 años de la Sociedad de Autores y Compositores de México en Milenio Televisión.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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