Cultura

¿La IA escribirá el próximo best seller?

Café Madrid

Detrás de una obra hay experiencias y sentimientos. Una mirada. Esto, la IA no lo puede replicar.

Si alguien utiliza la Inteligencia Artificial (IA) para escribir una novela, ¿quién es el autor? De entrada, la pregunta descoloca porque se supone que las herramientas tecnológicas se inventan para aligerar el trabajo de una persona. Así se ha hecho a lo largo de la historia de muchos oficios. La escritura también es un oficio, pero si una herramienta se encarga de producir la mayoría o, incluso, todo el trabajo literario, la autoría corresponde a una máquina y no a una persona.

El otro día, el español Lorenzo Silva, afamado autor de novelas policiacas, se refirió al tema: “es como si un jugador de tenis dejara que la IA jugara por él… pues el tenista dejaría de disfrutar. Entonces: si en la escritura le dejas tu trabajo a la IA, abdicas del placer y de la autoría. Además, la IA echa mano de materiales convencionales, da como resultado textos planos y, por lo tanto, carentes de originalidad. Y un creador literario deja de serlo si se apropia de partes del trabajo básico de otros, ¿no?”

El autor de historias como La reina sin espejo o Lejos del corazón expresó este comentario en el foro cultural de los almacenes El Corte Inglés, en el que también participaron la artista multidisciplinar (video, escritura y dibujo) Alicia Kopf y el director general de la división editorial del Grupo Planeta Jesús Badenes.

Kopf fue la más pedagógica de los tres. Dijo que un autor no es alguien que sólo escribe, sino aquel que con su escritura es capaz de “generar una comunidad de afectos.” Y la IA no es capaz de generar esto porque suele recurrir a datos y a lenguaje básico y artificial, carente de una mirada y voz propia, que es lo que distingue a los grandes escritores. Subrayó que ella escribe una novela porque no quiere que la suban al Everest. “Quiero ser yo la que suba al Everest y disfrutar de esa subida, por más difícil que sea”.

Los tres coincidieron, eso sí, en que en la era digital un autor sigue siendo aquel que no hace refritos o comete fraudes y en que la IA puede ser una buena asistente de investigación, porque los autores suelen documentarse para escribir sus obras, pero debe usarse con ética.

Jesús Badenes fue cuestionado acerca de la “vigilancia” que ejerce el jurado del premio que otorga año con año su editorial, el mejor dotado (económicamente) del mundo, para que no les “cuelen” una obra hecha por ChatGPT. El editor respondió que, desde su punto de vista, un texto básico y frío difícilmente le gustaría al jurado.

Si una persona utiliza la IA como una herramienta de asistencia, pero realiza una contribución creativa y de control sustancial, explicó el editor Badenes, esa persona puede reclamar la autoría y los derechos de autor.

Lorenzo Silva defendió la utilización de la IA en otras artes. En el cine, por ejemplo. “Porque disminuye el costo de las películas. En lugar de irse, por ejemplo, a Chicago fabrican imágenes panorámicas de la ciudad y eso es infinitamente más barato”, señaló. El problema, pensé yo al escucharlo, es que esas imágenes seguramente tienen un autor al que no se le paga lo que le corresponde, tal vez porque es un asunto que todavía no está suficientemente regulado.

De todas formas, quién sabe si la IA cambiará la forma de escribir, como Spotify ha cambiado la música (ahora la mayoría de las canciones comienzan con el estribillo y no con una estrofa, porque esta plataforma de audio paga “dignamente” sólo si se escucha toda la canción y por eso hay que atrapar al oyente desde el principio). Jesús Badenes piensa que no porque ese es un modelo de negocio que se le ofreció a la industria musical después del tremendo bajón de la venta de discos y porque, en el sector literario, los hábitos de lectura siguen prácticamente intactos: “los libros de papel siguen siendo los más vendidos y, por si fuera poco, los libros de muchas páginas son cada vez más exitosos”.

Para mí la IA es una caja de posibilidades a explorar y no la sustituta de los escritores. Porque carece de las experiencias, miradas, voces y sentimientos del creador humano que está detrás de cada obra y, por eso, difícilmente uno puede establecer una relación íntima con un producto hueco. Los lectores, digo yo, buscamos esa conexión o identificación con los libros y los “textos generativos” jamás podrán ofrecernos esa cualidad que pertenece a las voces particulares de la buena literatura.

AQ

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Víctor Núñez Jaime
  • Víctor Núñez Jaime
  • Es reportero y escritor. Sus trabajos, en todos los géneros periodísticos, se publican en los principales medios del mundo hispano. Es autor de libros como Los que llegan. Crónicas sobre la migración global (Debate) y ha sido galardonado, entre otros premios, con el Internacional de Periodismo “Mario Vargas Llosa”, el Premio a la “Excelencia Periodística” de la Sociedad Interamericana de Prensa o el “Rey de España” que otorga la Agencia EFE. Escribe en Laberinto desde hace dos décadas.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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Laberinto es una marca de Milenio. Todos los derechos reservados.  Más notas en: https://www.milenio.com/cultura/laberinto
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