Ciencia y Salud

“¿Quién lavará el baño?” o “¿Si perdemos el trabajo, qué haremos?”: preguntas que deben responder en pareja antes de vivir juntos

El Instituto Gottman detectó que las parejas que plantean sus necesidades, preocupaciones y expectativas son más propensas a sobrevivir esa transición.

Cuando una relación ha durado meses, o incluso años, es inevitable no considerar en la posibilidad de mudarse juntos: despertar abrazados todas las mañanas, que todos los viernes haya noche de películas, amueblar la casa o el departamento, ir al supermercado por primera vez o adornar su primer árbol de navidad.

Sin embargo, dar ese paso va más allá de sólo pensar en los “momentos bonitos”. Más bien, debe contemplarse como un proceso en el que dos personas— con sus propios contextos, hábitos y formas de pensar— compartirán y convivirán en un mismo espacio durante todo el día. Una situación que resulta completamente diferente a cuando, por ejemplo, trasnochan o sólo pasan el fin de semana juntos.

Por ello, antes de tomar la decisión como una “corazonada”, es crucial poner sobre la mesa las expectativas que cada uno o una tiene sobre ese estilo de vida que están a punto de empezar. Desde quién pagaría qué, si desayunarían juntos o separados, qué harían los días libres, a los cuántos meses podrían adoptar a una mascota, cuál será su plan si alguien se queda sin trabajo, etcétera.

“Cuando sabes que esperar, puedes enfocar tu energía en profundizar tu conexión en lugar de navegar por las sorpresas diarias”, señala el Instituto Gottman, especializado en investigaciones sobre relaciones de pareja.
Mudarse con tu pareja es un paso importante en la relación que debe decidirse con responsabilidad | Freepik
Mudarse con tu pareja es un paso importante en la relación que debe decidirse con responsabilidad | Freepik

Claro que abordar este tema puede resultar incómodo. Más aún en tema de dinero o si, durante la plática, salen a la luz conductas de la otra persona que no son de nuestro agrado y, quizá, nos costaría trabajo tolerar en nuestro día a día— por ejemplo, ver la televisión antes de dormir, ir a la cocina en ropa interior, despertarse hasta el mediodía, etcétera—.

Pese a ello, no hay que evitarlas. Al contrario, destacó el instituto, “hay que pensar estas conversaciones como un seguro. No estas planeado que las cosas salgan mal, estás creando una hoja de ruta para que salgan bien”.

“Sí, requiere valentía para tener estas conversaciones. Pero esto es lo que sabemos: las parejas que invierten tiempo en entender sus necesidades, sueños y preocupaciones antes de mudarse juntos no sólo sobreviven la transición, también prosperan”.

Así, propone 20 preguntas básicas a través de siete grandes campos: los objetivos de pareja, temas financieros, responsabilidades del hogar, espacio personal y privacidad, estilo de vida y hábitos, conflictos y planes futuros.

¿Cuáles son sus objetivos de pareja?

El Instituto recomienda abordar 20 preguntas antes de empezar a vivir en pareja
El Instituto recomienda abordar 20 preguntas antes de empezar a vivir en pareja | Freepik

Antes de comparar cuál departamento saldría más barato o cómo distribuirán los gastos de servicio, es importante reflexionar lo que este paso significa para ambos. “No son interrogatorios, sino oportunidades para soñar juntos y asegurarse que caminan hacia el mismo futuro”.

1. ¿Cuáles son nuestras expectativas a largo plazo?

Ninguna respuesta es incorrecta, pero ponerlas sobre la mesa y entender las diferencias puede ayudar a ajustar las expectativas y abrir la comunicación respecto al futuro de la relación.

2. ¿De qué manera impactará en nuestra dinámica de pareja?

Antes, quizá, organizabas tu hogar para recibir a tu pareja, organizabas meticulosamente las actividades del día o incluso las mantenías en el misterio para darle una sorpresa.

Sin embargo, este entusiasmo cambia cuando viven juntos; lo cual, si bien no es un aspecto negativo, esa dinámica sufrirá modificaciones importantes.

3. ¿Estamos listos para dar este paso?

La respuesta no sólo debe contemplar qué tanta emoción hay de por medio, también la madurez emocional para afrontar los eventuales desafíos.

“No debe haber vergüenza en decir: ‘Te amo profundamente, pero no estoy lista o lista’”.

¿Cómo pagarán las deudas?

Toda aquella conversación que aborda el tema del dinero puede tornarse incómoda. Pero al considerar que el estrés financiero provoca conflictos de pareja, estas pláticas se tornan esenciales para el bienestar de la relación.

4. ¿Cómo nos vamos a dividir los gastos y las deudas?

En una entrevista anterior con MILENIO, el actuario Jesús Chávez Ugalde recomendó que antes de planear la división de gastos se tengan en cuenta los ingresos de cada parte, así como las metas que pudieran implicar un mayor compromiso económico y los lineamientos para las compras compartidas.

Con estas consideraciones, la Condusef propone dos métodos:

  1. Método 50/50: cada parte pagará la mitad del total de gastos sin importar el sueldo
  2. Método proporcional: cada parte paga de manera proporcional a lo que gana en su trabajo

5. ¿Cuáles son nuestros objetivos y hábitos financieros?

No sólo se trata de calcular cuánto pagarán de agua o gas, sino de entender qué significa el dinero y, con base en ello, con qué objetivo lo administramos: como ahorrador o gastador.

6. ¿Deberíamos tener una cuenta bancaria conjunta o mantener las finanzas individualmente?

Una gran parte de parejas optan por un método híbrido: mantener las cuentas individuales para gastos personales, y crear una en conjunto para gastos compartidos.

¿Quién lava el baño o los trastes?

El campo de los quehaceres del hogar también es desafiante porque contrapone estándares y creencias de cómo las labores domésticas deben realizarse.

7. ¿Cuáles son nuestros estándares de organización y limpieza?

Abordar esta pregunta previene varias frustraciones, pues entender cómo fuimos educados respecto al orden nos puede ayudar a encontrar un punto medio y satisfactorio para ambas partes.

8. ¿Cómo dividiremos las tareas y los quehaceres?

Aquí hay que pensar en preferencias, horarios y fortalezas. Por ejemplo, si a una parte le gusta más cocinar que lavar los trastes; si su rutina le permite lavar el baño a profundidad sólo los fines de semana o si sabe lavar a mano. Al respecto, el Instituto recomienda:

“Consideren hacer juntos las labores que menos les gusten y aprovéchenlas como tiempo para conectar”.

9. ¿Cómo manejamos la compra de alimentos y la planificación de comidas?

Aterrizar y tener en cuenta los horarios de comida de ambas partes, sus preferencias de dieta e incluso las habilidades culinarias.

Labores domésticas (Freepik).
Labores domésticas (Freepik).

El espacio personal

Mantener el sentido de individualidad fortalece la relación, por supuesto, toda vez que se respete la privacidad y los espacios.

10. ¿Necesitas tiempo a solas y privacidad?

Plantear esta interrogante implica entender de qué manera la otra persona hace válida su individualidad: quizá necesita desconectarse de redes sociales, no atiende el teléfono celular en la mañana, cerrar su puerta del cuarto o incluso tener una habitación designada para realizar sus compromisos.

11. ¿Cuáles son nuestros límites sobre el espacio de uso compartido?

Designar espacios para invitados o la familia, cuando hagan trabajo en casa o incluso si habrán habitaciones a las cuales únicamente puedan ingresar la pareja.

Estilo de vida y hábitos

“Las pequeñas cosas importan más de lo que piensan”, destacó el artículo. De hecho, esos ritmos y hábitos darán forma a la vida en pareja.

12. ¿Cuáles son los hábitos y horarios de sueño?

Quizá una de las partes se acostumbró a levantarse temprano, pero la otra no; o una prefiere dormir hasta la madrugada, mientras la otra procura dormir sus ocho horas, o, incluso, una necesita siete cobijas porque es friolenta y la otra muere de calor cada noche.

Platicar con honestidad y buscar soluciones para que ambas personas tengan un buen descanso.

13. ¿Cómo gestionamos las visitas y actividades sociales en casa?

Llegar a acuerdos para no perjudicar la vida social de las dos partes.

14. ¿Existen diferencias en los hábitos de vida o rutinas que se deben abordar?

Vale la pena hablar de asuntos tan básicos como si hace ejercicio, escucha música a todo volumen o toman duchas largas.

Dormir entre 6 y 8 horas es fundamental para descansar plenamente
Cosas tan básicas como los hábitos de sueño también deben platicarse | Especial

Afrontar los conflictos

Discutir no es un signo de alerta en la relación, toda vez que sea con respeto y apertura de negociar. Pero sí es necesario anticipar y planear cómo actuar ante esas fricciones.

15. ¿Cómo abordaremos y manejaremos los conflictos?

Ya sea que prefieran hacerlo al momento o tomar pausas para “pensar con la mente fría”.

16. ¿Qué estilo de comunicación nos funciona mejor?

Lo que el Instituto Gottman recomienda es tener momentos de conversación normales. Es decir, no esperar a que surja alguna discusión para poner sobre la mesa nuestras inconformidades o disgustos.

17. ¿Qué estrategias utilizaremos para manejar el estrés?

La vida puede ser particularmente estresante unos días más que los otros. De ahí que la pareja debe definir de qué manera apoyarse mutuamente en esas situaciones: ya sea tomar café, platicar, recibirse con un abrazo o sólo darse unos minutos a solas.

Planes a largo plazo y preguntas de contingencia

También son conversaciones difíciles, pero “realmente son expresiones de amor y respeto del uno al otro”

18. ¿Cuáles son nuestras expectativas sobre el matrimonio y la familia?

No es necesario tener todo claro, pero ayuda a entender las esperanzas y preocupaciones del futuro.

19. ¿Cómo manejaremos las transiciones importantes o cambios profesionales?

Esencialmente sobre qué ocurrirá si reciben ofertas en otra ciudad o incluso si pierden el trabajo.

20. ¿Necesitamos un plan de contingencia si no funciona nuestra relación?

Contrario a lo que se pensaría, esta pregunta es todo lo contrario a algo pesimista: “Es práctico: ¿Cómo manejarías el contrato de arrendamiento, los gastos compartidos o pertenencias si deciden vivir por separado?

​ASG


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Alejandra Sigala
  • Alejandra Sigala
  • Egresada de la UNAM. Te explico las tendencias en redes sociales y los temas que despiertan tu curiosidad en el día a día. Escucho, amo y a veces escribo sobre K-Pop. Me encanta bailar y los gatos.
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