La Secretaría de Salud a cargo del doctor David Kershenobich Stalnikowitz, explicó este martes 21 de octubre que el cáncer de mama es la principal causa de muerte en México entre la población femenina y, aunque dejó claro que para los hombres hay menos probabilidad de padecer la enfermedad, apuntó que la autoexploración es vital para detectarla.
Desde el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, el secretario de Salud no solo explicó en qué consiste la Estrategia para Ampliación y Capacidad del Gobierno de México, sino que además explicó a qué edad es que debemos comenzar con la auto exploración mamaria y con ello, actuar a tiempo ante la enfermedad.

¿Qué edad es ideal para la autoexploración mamaria?
De acuerdo con el titular de la Secretaría de Salud Federal, todas las mujeres debemos comenzar a explorar las glándulas mamarias a partir de los 20 años por lo que la dependencia que encabeza comenzará con una campaña intensa a nivel nacional para que esta acción, que se puede llevar a cabo desde casa, se realice de manera adecuada.
“Lo que se recomienda es que la detección se haga siete días después de haber terminado la menstruación cada mes, en una fecha fija que son los siete días después de la menstruación para que las mujeres se exploren sus mamas cada una de ellas”, dijo el secretario.
Aunque con esta acción se pueden detectar protuberancias anómalas, el miembro del gabinete presidencial aclaró que cada dos años, se recomendará que las mujeres mexicanas se realicen una mastografía al cumplir los 40 años.

¿Qué pasará si se detecta alguna malformación?
Sin importar la edad en la que se lleve a cabo la autoexploraciòn o bien, mastografía, la Secretaría de Salud destacó que se procederá a la toma de una biopsia y con ello, las pacientes serán referidas a un tratamiento que consistirá en:
- Cirugía
- Quimioterapia
- Radioterapia
¿Cómo hacer una autoexploración mamaria?
La autoexploración mamaria es un paso fundamental para que las mujeres (y también los hombres) conozcan la apariencia y la textura normal de sus senos, permitiendo detectar cualquier cambio a tiempo.
Aunque se recomienda hacerla después del periodo menstrual, en caso de que ya no los tengas, lo ideal es elegir un día fijo del mes para hacerlo (por ejemplo, el primero).
Paso 1: inspección visual (frente al espejo)
Párate frente a un espejo con los brazos a los lados. Observa tus mamas buscando cualquier cambio en:
- Forma, tamaño y contorno: busca asimetrías inusuales (es normal que un seno sea ligeramente más grande que el otro, pero busca cambios recientes).
- Piel: observa si hay hundimientos, arrugas, enrojecimiento, sarpullido, ulceraciones o una textura similar a la "piel de naranja".
- Pezón: revisa si hay inversión o hundimiento del pezón, o secreción de algún líquido (transparente, lechoso, amarillento o sanguinolento).

Repite la observación en tres posiciones:
- Con los brazos colgando a los lados.
- Con los brazos levantados sobre la cabeza.
- Con las manos en la cintura y los hombros ligeramente hacia adelante (flexionando los músculos del pecho).
Paso 2: palpación de pie (en la ducha)
Muchas mujeres encuentran más fácil la palpación en la ducha, ya que la piel está mojada y resbaladiza.
- Levanta el brazo derecho y colócalo detrás de tu nuca.
- Con la yema de los tres dedos centrales de tu mano izquierda, palpa toda la mama derecha con movimientos suaves, pero firmes, en busca de bultos, nudos, zonas dolorosas o engrosamientos.
- Utiliza un patrón definido para cubrir toda la mama, por ejemplo:
- Movimiento circular: Comienza en el pezón y avanza en círculos concéntricos cada vez más grandes hacia el borde exterior de la mama.
- Movimiento vertical (en zigzag): Desplaza los dedos verticalmente de arriba abajo, cubriendo desde la clavícula hasta la parte superior del abdomen y desde la axila hasta el centro del pecho.
- Revisa la axila: No olvides palpar la axila, ya que el tejido mamario se extiende hasta esa zona y es donde se encuentran los ganglios linfáticos.
- Repite el mismo procedimiento en la mama izquierda.
Paso 3: palpación acostada
La palpación acostada permite que el tejido mamario se extienda uniformemente, facilitando la detección de bultos.
- Coloca una almohada pequeña o una toalla enrollada debajo de tu hombro derecho para aplanar la mama.
- Coloca el brazo derecho detrás de tu cabeza.
- Usa la mano izquierda y la misma técnica de palpación (movimiento circular o vertical) para examinar la mama derecha con tres niveles de presión:
- Presión ligera: para el tejido más cercano a la piel.
- Presión media: para palpar más profundamente.
- Presión firme: para el tejido cercano a las costillas y el tórax.
Repite el mismo procedimiento para el seno izquierdo.
MBL