Un grupo de 23 jornaleros originarios de Cuautla, Morelos, que se dirigían a Mazatlán, Sinaloa, para transbordar en el ferry y continuar su viaje hacia Baja California, jamás imaginaron toparse en su trayecto con el bloqueo de la carretera federal 90 en Pénjamo, donde estuvieron atrapados por más de 20 horas.
Los jornaleros —19 hombres y cuatro mujeres, además de dos niños de cinco y ocho años de edad— contaron a MILENIO que tenían que llegar, el martes 25 de noviembre, al puerto de Topolobampo, en Sinaloa, a las 10:30 horas, para registrarse y luego abordar, con salida programada, a las 11:00 en punto.
Esto no ocurrió. Quedaron varados por el bloqueo de campesinos —que inició desde el lunes— sin posibilidad de llegar a La Paz, Baja California, donde comenzarán a trabajar en el campo lo que resta del año y hasta el 28 de febrero de 2026.
Bloqueos afectan a las personas: Testimonio
“Nosotros salimos desde el lunes, pasamos por México, después Querétaro, y al llegar a este punto no había paso. Quedamos varados desde las 22:30 horas —del lunes—, ya no avanzamos. El problema es que vienen niños. Nosotros teníamos que haber llegado ayer —martes— a las 10:30 horas a Mazatlán, ya estaba la fecha, pero ya son las 14:00 horas de hoy —miércoles— y no avanzamos. Entonces ya perdimos el barco, no podemos movernos”, relató Julieta Oliva Pérez, quien trabaja en la pizca.
Explicó que de Pénjamo al puerto de Mazatlán implicaba un viaje de 13 horas en el autobús en el que se trasladaban, el cual paga la empresa que los contrató.
El bloqueo y las horas detenidos en esa zona, dijo, representan pérdidas económicas para el dueño de la empresa, que pagó todos los servicios: transporte, comida y el ferry.
“Venimos unas cinco personas con dolor de estómago y, si no avanzamos, ¿cómo salimos? Yo entiendo que dicen que son necesarias estas movilizaciones, pero también nos afecta a nosotros como trabajadores, porque necesitamos trabajar, somos jornaleros, tenemos que llegar a nuestro destino. Veníamos bien de salud, pero esto nos afectó”, puntualizó.
Calor extremo de día y frío intenso por la noche
El autobús, con 25 lugares, estaba ocupado en su totalidad. En su interior, a las 12:00 horas, se sentía un calor que solo los jornaleros aguantaron por mucho tiempo; mientras que en la noche el frío calaba hasta los huesos, impidiéndoles conciliar el sueño.
Algunos decidieron tirarse en el pasillo para intentar dormir, aunque esto les provocaba dolores en el cuerpo al despertar, además de un “hambre canija”, como mencionó la señora Julia Oliva, frustrada porque no había muchos lugares donde buscar alimento.
“Hay un único lugar al que bajamos ahorita a comprar porque tenemos necesidad, pero deberían vender comida bien. Llegamos a una fonda y la comida estaba echada a perder, dio dolor de estómago. Nos dijeron que no había otra cosa, solamente eso, y uno busca porque la gente tiene que comer y más con los niños. Luego, luego, al agarrar el plato, olía a comida echada a perder”, aseguró mientras se agarraba el estómago.
Cuanto más relataba Julia lo que estaban atravesando, su enojo aumentaba, alzando la voz y enfatizando que ya no podía con la situación, pues estar en un mismo sitio por horas era desesperante.
Aquí puedes escuchar los testimonios de los afectados
▶️ Entre música y comida enlatada, transportistas y otros ciudadanos sobreviven atrapados en bloqueos de agricultores que aún permanecen en carreteras de al menos 20 estados; llevan ahí 60 horas
— Milenio (@Milenio) November 27, 2025
???? #MILENIO22h con @AlexDominguezB pic.twitter.com/J3N8EbdvXN
Dolor de estómago y caminatas de un kilómetro para ir al baño
El bloqueo en el tramo de la carretera federal 90 Pénjamo–Santa Ana Pacueco, a la altura de la comunidad Laguna Larga de Cortés, inició desde el lunes a las 10:00 horas. Fue el único que se mantuvo en el estado por productores agrícolas e integrantes del Movimiento Agrícola Campesino.
La Secretaría de Seguridad y Paz reportó que este bloqueo se levantó alrededor de las 18:00 horas del miércoles 26 de noviembre.
Pero antes de ello, los ciudadanos que quedaron atrapados, incluyendo los 23 jornaleros originarios de Morelos, tenían que caminar más de un kilómetro para llegar a un sanitario ubicado en la gasolinera más cercana. A esto se sumaba soportar los rayos del sol y el calor durante el día.
Julia Oliva recalcó que esto era lo peor por lo que habían pasado en el bloqueo, y más si se tenía que ir al baño hasta tres veces al día.
“Tenemos que caminar mucho para ir al baño, ahorita principalmente son los niños. Sí, el tema del baño es el principal problema, porque venimos con dolor de estómago y se necesita un baño. Si no hay, pues no podemos meternos en la hierba porque nos vaya a salir un animal. Hasta ahorita no ha pasado a mayores, pero si se llega a enfermar alguien que necesite hospitalización, ¿cómo lo sacamos de aquí?”, dijo.
Incluso señaló que no contaban con medicina para calmar los malestares, lo que agravó que algunas personas comenzaron a presentar síntomas como vómito.
Jornaleros esperaban un pago que nunca llegó
Ante esta problemática, Pedro Gómez López, uno de los jornaleros a bordo, relató que en estos momentos no cuentan con sustento económico, pues esperaban recibir un adelanto el martes, situación que lo preocupó demasiado.
“No estamos percibiendo nada en estos momentos, estamos parados, nos afecta en todo aspecto. Vamos a ver si podemos agarrar otra ruta alterna para poder seguir nuestro viaje y subir al ferry”, señaló molesto al recordar que ya perdieron el viaje a Baja California.
Manifestó su impotencia ante las movilizaciones de los productores agrícolas, que los dejan atados de manos. Indicó que ellos, como ciudadanos, no tienen la culpa de la difícil situación que enfrentan los campesinos.
“Qué injusticia, porque la gente va a trabajar y aquí nos detienen. Lamentablemente, así es esto: nos topamos con esto y nos retrasa, nos quita todas las vías. Y pues a esperar. Llevamos un día varados”, dijo mientras observaba la larga fila de autos.
RM