Sin duda Movimiento Ciudadano es un fenómeno destacado por su éxito en las urnas en comicios recientes. Lo ha sido en estados como el nuestro, así como en Jalisco, donde es considerado una opción diferente.
Pero hay una realidad innegable en cuanto a MC en Nuevo León: la ausencia de figuras locales que verdaderamente tengan la fuerza e impacto que necesita este partido. Salvo contadas excepciones.
Pareciera que hablamos de un nuevo proyecto político o de un partido satélite, pero en agosto de 1999 se fundó como Convergencia por la Democracia y, tras varias etapas nada afortunadas, para julio de 2011 se había convertido ya en Movimiento Ciudadano.
Hoy, este instituto político tiene en Nuevo León apenas 18 mil 648 militantes, pero salvo sus actuales figuras en los Poderes Ejecutivos estatal y regiomontano, incluido el actual secretario del Ayuntamiento, no hay más. Ese es su lado flaco. En cambio en Jalisco, MC alcanza los 64 mil militantes.
Incluso algunos como Fernando Elizondo se han desmarcado de MC, al escuchar a Samuel García decir que no descartaba ir por la Presidencia.
Por eso han intentado engrosar las filas “convenciendo” a 14 alcaldes que dejaron a otros partidos para pintarse de naranja, además de cinco diputados locales, un diputado federal y otros cargos.
En 2021, MC se llevó Monterrey con Luis Donaldo Colosio, único municipio metropolitano; los demás son General Terán, Hidalgo, Los Aldamas, Sabinas Hidalgo, Salinas Victoria, Villaldama y Zuazua, en elección repetida por presunto fraude.
Después se lanzó a la búsqueda y llenó el carrito con nueve municipios; Santa Catarina con todo y síndicos, Mier y Noriega, China, Los Herreras, Los Ramones, Zaragoza, El Carmen, Anáhuac, Doctor Coss, entre otros. Ninguno de ellos con real trascendencia.
Faltaba el Congreso local, donde ganó en las urnas solo seis curules, pero consiguió adherir a María Guadalupe Guidi, Carlos Rodríguez, Roberto Farías, Héctor García y Consuelo Gálvez. Pero no consigue inclinar la balanza a la hora buena. En San Lázaro logró dos asientos, sumó después a Andrés Pintos, pero tampoco pinta.
Pero “salir de compras”, como muchos han calificado la adhesión de funcionarios de otros partidos, ha terminado como un intento fallido por hacer de MC un partido con peso específico.
El tiempo apremia de cara al 2024, el año electoral inicia en 8 meses, y está claro que a este movimiento le faltan ciudadanos que se pinten de naranja, pero con un tono fuerte, que no se decolore.
Víctor Martínez