Política

La locura del Joker

Pasada ya la euforia por la película Joker se puede con mayor facilidad tomarla como pretexto para verle el lado realista.

Se dice que la realidad supera la ficción, y en una historia cruda como la del personaje llevado a la pantalla, resulta sorprendente para muchos sentir simpatía por un asesino.

Pero el tema principal no fue descifrado por mucha gente; las enfermedades mentales y la falta de preparación de una sociedad como la nuestra para atenderlos e integrarlos.

Cuando se habla de problemas mentales se teme, se etiqueta, se ignora.

Aunque a decir de algunos especialistas, la cantidad de personas que deciden hacer caso a sus indicadores y acuden con el psicólogo va en aumento.

Sobre todo cuando se trata de hombres; a diferencia de hace un par de décadas cuando la gran mayoría eran mujeres, ahora está equilibrado.

La razón parece clara, porque ahora la presión es mucha para el varón por tener que demostrar poder, competitividad y fuerza, debido a la presión ejercida por las mujeres que están destacando u ocupando su lugar, reclamando un puesto, un rol que antes pocas lograban.

Normal en una sociedad que aspira a crecer en equidad, pero entonces el hombre se la ve complicada para poder tener un equilibrio, y muchos se sienten amenazados en su rol preponderante o de dominio en la sociedad.

Tanto la mujer como el hombre entraron a una competición que no es sana.

Vivimos en medio de una sociedad más tensa, con presiones por todos lados, en que incluso las redes sociales sirven a la gente para “pintar” una vida pública “aspiracional”, fotografías llenas de felicidad inexistente, éxito ligado a lo material.

En caso de los jóvenes ni se diga; hay una marcada diferencia entre las presiones actuales y las preocupaciones de antes, que eran más simples. El joven de ahora es muy maduro en algunos aspectos, pero la presión de tener que hacer algo para ser reconocido, ya sea viajar, hacer ejercicio en exceso, pulir su apariencia, tener el smartphone de moda, lo obliga a ser competitivo desde ya. Vivir el ahora.

Así se presenta un terreno fértil para quienes se autodenominan “coach de vida”, personas que, en su mayoría sin los fundamentos de la psicología o el comportamiento humano, ofrecen recetas para vivir.

Trabajan en su mayoría para una elevación del ego de quienes enfrentan problemáticas que los tienen alicaídos. Algunos solo les quitan dinero.

Así, una buena parte de la sociedad por un lado se niega a aceptar que enfrenta trastorno mental, pero le parece normal acudir a estos guías.

El estigma de ser un “enfermo mental” atemoriza todavía a algunas personas y por eso les sacan la vuelta. Cuando se siente que se padece obesidad se atiende el tema, cuando se padece algún problema dental, respiratorio o motor, lo mismo, pero pocos aceptan a tiempo la ayuda de especialistas.

Una simple película puede ayudar, si se le toma en serio, para acercarnos al tema, pero desgraciadamente no basta.



victor.martinez@multimedios.com

Twitter: @victormtzlucio

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Víctor Martínez Lucio
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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