Siempre es complejo decir adiós a un ser querido, más cuando la partida se da forma repentina y en un contexto que complica las despedidas, aunque nos reconforta como familia que no hayas sufrido en el proceso.
Tío Fernando, nos dejas un gran vacío, pero también excelentes recuerdos y un sinfín de enseñanzas, ejemplo de cariño y del profundo significado de la familia, también nos quedamos con miles de charlas, recomendaciones y con tu gran sentido del humor.
Quise tomar este espacio para honrar tu partida, porque el periodismo fue una parte vital en tú vida, formaste parte de esa generación de profesionales que empujó el formato de televisión de debate y análisis, que resultó vital para el proceso de democratización del país y que hoy es una de las vías para examinar la acción de los gobiernos.
El espacio disponible resulta insuficiente para agradecer lo recibido, pero sin duda te debo muchas cosas, ya que junto con otras personas como mis padres y mis abuelos, contribuiste a que hoy sea un gran lector, de hecho, tú fuiste la primer persona que me llevó a una feria del libro, cuando apenas tenía un año y después a lo largo del tiempo fuiste enriqueciendo mi lista de lecturas con incontables recomendaciones.
También fuiste pieza fundamental en mi desarrollo en espacios de opinión como el presente, siempre con una crítica constructiva, dándome consejos sobre la mejor forma de transmitir ideas de forma escrita, aunque yo fuera medio testarudo para aprender.
Pero quizá lo más valioso y lo que toda la familia apreciamos, es que siempre te hayas hecho presente, que ayudaras a todo el que lo necesitaba y que durante los últimos años de vida de mi abuela hayas sido una especie de ángel de la guarda en vida.
Te deseamos lo mejor en este viaje que has iniciado, nos reconforta que te encuentras ya en compañía de mis abuelos y de Carlos, acá seguiremos recordándote con gran cariño hasta el día que nos toque iniciar el mismo viaje.
Gracias por todo.
@victorsanval