A seis años de distancia y como resultado de un trabajo periodístico de MILENIO Tamaulipas, la opinión pública de la zona conurbada, principalmente los ciudadanos de Ciudad Madero, pudieron conocer con más detalle las catastróficas consecuencias de las malas decisiones tomadas por las autoridades federales con Enrique Peña Nieto y estatales con Egidio Torre Cantú, para cancelar, de un plumazo, el proyecto de los drenes pluviales, una obra hidráulica de suma importancia.
Obras que vendrían a resolver un serio problema para evitar las inundaciones en los tres municipios.
Como todos sabemos, el peligro y sus consecuencias siguen muy vigentes. Ante la amenaza de un ciclón o de severas lluvias, miles de familias ven cómo su patrimonio corre el riesgo de desaparecer ante el agua, que como bien dicen popularmente “tiene memoria”.
El tema de los drenes fue puesto sobre la mesa a través de las páginas de MILENIO Tamaulipas, sobretodo por ser uno de los dos “grandes proyectos” anunciados por el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, para la región, el otro era la construcción de un hospital, que si bien no corrió con la misma suerte, eso y nada puede ser lo mismo.
Las lluvias atípicas registradas en algunas ocasiones y otras de menor intensidad causan el sobresalto entre la población y entre las autoridades, los primeros sufriendo la pérdida de sus pertenencias y posteriormente en la afectación de su salud, y por parte de los órdenes de gobierno, por ser incapaces de brindar la mayor ayuda posible y por lo general anunciando apoyos irrisorios o de plano intangibles desde su concepción.
El más reciente fenómeno meteorológico puso de nueva cuenta a los estados vecinos de Tamaulipas y Veracruz, y en particular a la zona, en alerta máxima. Si bien las fuertes precipitaciones deberían preocupar, lo más inquietante deben ser las afectaciones por las inundaciones.
No basta tener buenos deseos como gobierno, tampoco poner de moda el tema de obras hidráulicas tan necesarias, los habitantes de la zona sur requieren acciones concretas y visibles, más allá de una firma notariada o de un compromiso de administración pública.