Política

Carlos Denegri, periodista peligroso como el arsénico

  • Vida y Milagros
  • Carlos Denegri, periodista peligroso como el arsénico
  • Verónica Mastretta

A mediados del siglo XX, Carlos Denegri era el líder de opinión más influyente de México. Reportero estrella del diario Excélsior, tenía una red de contactos envidiada por todos los periodistas. Sobresalió por su falta de escrúpulos, al grado que Julios Scherer lo llamó el mejor y el más vil de los reporteros. Podía difamar a cualquiera con una impunidad absoluta.

Enrique Serna (México,11 de enero de 1959) el escritor mexicano presenta su último libro titulado “El vendedor de silencio”, una novela basada en la vida de Denegri, el periodista que solía cobrar más por lo que callaba que por lo que publicaba o decía. Serna ha escrito mucho acerca de personajes de la vida política, intelectual y de la farándula mexicana. Tiene el tino para describir sucesos que ocurrieron en México en épocas que se remontan al siglo XIX, al siglo XX y hasta nuestros días. Será interesantísimo leer esta historia novelada de Carlos Denegri, autor de columnas políticas y conductor de programas de noticias que hacían temblar a la clase política mexicana. Denegri es recordado como el rey del chantaje y el soborno por medio de sus escritos.

Viene al caso hablar de Denegri porque el personaje encarna muchas de las cosas que aún padecemos en México, casi idénticas a como fueron ayer: el periodismo del chantaje, el del cobro de extorsión para acallar la verdad, el de la calumnia y el de la lambisconería al mejor postor del momento. El señor fue también famoso por su profunda misoginia, antes vista como algo normal , misoginia muy bien descrita por Luis Spota en su novela La estrella vacía, publicada en 1940.

Buscando en viejas columnas escritas sobre él, miro su foto en el noticiero que hacía los domingos, precursor de los noticieros oficiales del priismo de los años setenta. Tantos años y hay cosas que no solo no han cambiado, simplemente y para desgracia de todos, solo han creado escuela. Carlos Denegri, además de ser el periodista emblemático de la escuela de la extorsión.

Encuentro varias descripciones de Carlos Denegri en trozos de columnas escritas sobre él y en el libro que escribiera su última mujer, la que se atrevió a matarlo.

Fue un hombre inteligente y culto. Nació en 1910 y se educó en Europa, pues su padre fue embajador. Al llegar a la edad adulta ya hablaba nueve idiomas. A los 28 años ya era un conocido periodista. Durante 32 años se dedicaría a provocar amor y odio entre quienes le conocieron como persona y como periodista. Alrededor de su figura existen diversas posturas y opiniones, no obstante, la mayoría de las personas que llegaron a conocerlo y tener un trato cercano con él, coinciden con lo dicho por Julio Scherer García, quien en una de tantas declaraciones sobre el personaje, dijo: “Denegri fue el mejor periodista del siglo XX, pero también el más vil”.

Profesionalmente era un gran cronista, periodista, narrador, columnista talentoso, pero ante todo, era un periodista que aceptaba dinero de los políticos. No hubo un solo político que no le rindiera, pero también que no lo temiera. Elevó la crónica a la altura del arte literario, pero transmutó el buen periodismo en una arma certera.

En 1970 fue asesinado por su última esposa, Linda Denegri, veinte años más joven que él, y quien antes de conocerlo había sido una mujer independiente, gran cosa para una época en que la autonomía femenina era sinónimo de liviandad. ”La esposa de Denegri- dice Eloy Garza en un extraordinario artículo- practicó tres extravagancias peligrosas, impensables en los años cincuentas: tenía un criterio propio, se divorció de su primer marido, y más adelante intentó huir de las presiones de su soberbio acosador, el poderoso periodista Carlos Denegri, quien dio con ella en Saltillo, a donde ella había huido, y acompañado por una patrulla que pusieron a su disposición, fue por ella y la obligó a casarse con él. Finalmente, lo mató por la espalda de un disparo en la cabeza en el dormitorio de su casa en la madrugada del año nuevo de 1970”.

“Hay muertes que suscitan sosiegos colectivos”. “El nombre de una de sus dos columnas en Excélsior era “Arsénico”, y más que una proyección mental, era emocional. Igual que dominó nueve idiomas, dominó a la clase política nacional, dominó a cuanta mujer se le paró enfrente, igual que dominó a su máquina de escribir. Le gustaba someter, flagelar, torturar. Y sobre todo, lucrar”.

Linda Denegri, su esposa y verdugo, escribió:”¿Maté yo a Carlos Denegri? Carlos, periodista, era temido aun por los más altos personajes de la política y el dinero. Todos lo querían mal y sin embargo, todos se rendían ante él. Cuando murió, nadie sintió su desaparición”.

Habrá que leer la inquietante biografía de Enrique Serna, un libro que promete ser “una radiografía del machismo a la mexicana, un estudio de carácter incisivo y mordaz, sustentado en un arduo trabajo de investigación que derivará en la reconstrucción del pasado”, en un relato de la farsa trágica de la vida y muerte de Denegri.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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