Política

Como enfrentar el estrés postraumático relacionado con los terremotos

¿Cómo podemos entender el estrés postraumático? Todos nos relacionamos con el mundo a partir de comportamientos aprendidos, aprendemos las cosas a partir de repetirlas, la repetición y los hábitos suponen una estructura de acciones con la que establecemos una relación con el entorno.

Todas estas repeticiones y aprendizajes se quedan instalados dentro de cada uno de nosotros a través de memorias, pequeñas memorias que nos recuerdan dónde están las cosas, de qué están hechas, cómo es que funcionan y qué cuidados tenemos que tender para con cada una de ellas; también estas memorias nos ayudan a relacionarnos con las personas, sabemos cómo es cada persona, qué carácter tiene y qué es lo que específicamente nos provoca o nos recuerda. Las pequeñas memorias con las que reaccionamos frente a un evento se pueden sumar a las grandes memorias con las que hemos reaccionado frente a muchos de nuestros eventos principales, por ejemplo, si una persona ha tenido una educación en casa basada en el miedo, cualquier eventualidad que le provoque miedo hará que se sume una de sus memorias con la del evento que está ocurriendo, así podemos entender que una persona ha reaccionado frente al temblor con una erupción en la piel (eso se llama neurodermatítis) que le ha llenado de ronchas el cuerpo: el miedo de sus relaciones familiares, o de sus introyectos religiosos desde donde supo que pronto el mundo se acabaría y que dios la castigaría por todos sus pecados, se suma al miedo de que se caiga el techo de la casa o del edificio donde está durante el temblor.

La fuerza del temblor es que se ha instalado como una experiencia tremenda que desconfiguró nuestras memorias, saber que el mundo podía desaparecer y las casas caerse, es algo que a cualquiera le parece algo imposible de resolver, frente a lo que se vive como una hormiga que nada puede hacer. Desconfiguradas nuestras memorias, una nueva experiencia crea nuevas memorias, la idea de que puede temblar de nuevo en cualquier momento, la idea de que algo terrible está por suceder, que algo pasará, que no somos nada, que la vida se puede perder en cualquier momento.

El estrés postraumático se manifiesta en problemas para dormir, para comer, alteración emocional, tristeza irremediable, enojo incontenible, ganas de llorar sin motivo alguno, desazón, sueño y cansancio crónico incluso. También quedan las memorias corporales, musculares, memorias en el sistema nervioso y afectaciones en el equilibrio corporal, sentimos que sigue temblando en cualquier otro momento. Todo esto es necesario saberlo primero y atenderlo después.

Para la atención e intervención en crisis lo primero que se recomienda es que las personas hablen, narren, cuenten lo que han vivido, que lo repitan cuantas veces quieran, que lo griten si es necesario, es importante que su conciencia comience a recuperar la idea completa de lo que le sucedió, puesto que hasta ese momento no puede terminar de comprenderlo, de integrarlo, de digerirlo. Si no lo puede o no lo quiere hablar, puede encontrar nuevos canales de salida, puede dibujarlo, puede escribirlo, puede actuarlo, puede bailarlo, puede cantarlo, etcétera…. puede llorarlo, llorar es muy importante en este momento, es la válvula de escape para sacar las emociones. Por favor no les pidan que se aguanten, no les pidan que tengan fuerza, o que sean fuertes, no les digan que todo está en manos de dios, es importante que el organismo se exprese y saque todo lo que está guardado dentro, es como si comemos una cosa podrida y de pronto queremos que nuestro cuerpo la digiera: la tenemos que sacar, vomitar a como dé lugar. Todo esto se hace superlativo cuando se han perdido seres queridos, cuando nuestros familiares murieron y no sabemos qué hacer, cómo es que sigue la vida, la atención psicológica es inminente, no se puede postergar.

Es básico y fundamental que sepan que urgen especialistas en el funcionamiento humano que tienen que entrar a hacer su trabajo con la gente, no crean que esto puede sustituirlo la religión o guardárselo todo y no decir nada a nadie, o las palabras de aliento de que le tienen que echar ganas. El no tratar todo esto puede dejar un pueblo lleno de traumas y problemas de comportamiento, ahora es más importante la psicoterapia que nada, para salvar a las personas. La música puede ayudar muchísimo en estos casos, pueden asistirse con musicoterapeutas que auxilien a las personas que han sufrido pérdidas en los terremotos. Mi celular es 2222173439 para lo que se ofrezca. Soy el Dr Abelardo Fernández Fuentes.

ABELARDO FERNÁNDEZ FUENTES

Google news logo
Síguenos en
Varios autores
  • Varios autores
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.