Política

Agua e identidad: el río Santa Catarina

Los ríos urbanos del mundo han sido afectados por procesos de urbanización que durante décadas han interpretado la construcción y el desarrollo industrial como sinónimos de progreso. Muchos de estos ríos han sido alterados o degradados por el crecimiento urbano, la agricultura, la construcción de presas, la canalización, la contaminación y otras actividades humanas. En este contexto, la restauración fluvial ha adquirido importancia al centrarse en acciones que mejorarían potencialmente la función natural, la estructura y la integridad ecológica de los ríos y sus entornos. Por lo que en este breve espacio abordaremos el tema de la restauración fluvial para los ríos de la ZMM y en particular la del río Santa Catarina.

Restauración fluvial: un fenómeno complejo

Aunque la restauración fluvial es una intervención larga y compleja por el número de actores involucrados, existen ejemplos emblemáticos exitosos a nivel mundial. Aquí compartimos cuatro de ellos: El Río Tietê (Brasil), que atraviesa la región de São Paulo, fue objeto de una intensa contaminación industrial y urbana. Sin embargo, a través de programas de descontaminación, control de vertidos y mejora de la infraestructura, se ha logrado una significativa recuperación de la calidad del agua y de la vida acuática. El río Cheonggyecheon (Corea del Sur), que estaba cubierto por una autopista en la década de 1970, fue restaurado en 2003. El gobierno coreano decidió desmantelar la autopista y crear un parque lineal a lo largo de su cauce. Restaurar el río mejoró la calidad de vida de los habitantes de Seúl y lo convirtió en un espacio de recreación con gran atractivo turístico (https://onu-habitat.org/index.php/de-la-autopista-al-espacio-publico). El río Los Ángeles, que atraviesa Los Ángeles, California, en Estados Unidos, fue canalizado para controlar frecuentes inundaciones. No obstante, en las últimas décadas se han realizado esfuerzos para regresarlo a un estado más natural, a través de humedales, vegetación ribereña y mejoras para la conectividad de los ecosistemas. Un caso más cercano es el río Magdalena, que atraviesa la Ciudad de México. Este río está siendo restaurado y revitalizado por medio de un proyecto que incluye la creación de áreas verdes y la mejora de la infraestructura para el manejo de aguas. Sin duda, esto ha contribuido a la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la zona y a la recuperación de zonas naturales. (https://mxc.com.mx/2023/07/17/historia-del-rio-magdalena-el-unico-rio-vivo-de-la-cdmx/?utm_source=chatgpt.com).

El río Santa Catarina: un espacio vivo

En el caso del río Santa Catarina (RSC), a partir de las obras de canalización y entubamiento desde 1952, el lecho del río ha tenido múltiples y variados usos. A pesar de las frecuentes inundaciones provocadas por fenómenos naturales, su ocupación se mantuvo constante hasta 2011. Curiosamente, después del desastre ocasionado por el huracán Alex en 2010, las autoridades decidieron no otorgar más permisos para ocupar el lecho, lo que permitió una notable recuperación ecológica. Hasta junio de 2023 había crecido un verdadero bosque urbano en su interior. Pero el 6 de julio de 2023, los titulares de la Secretaría de Movilidad, de Agua y Drenaje de Monterrey, junto con la Comisión de la Cuenca del Río Bravo, anunciaron una inversión de 100 millones de pesos para el desmonte y limpieza, argumentando que era una medida preventiva ante posibles inundaciones causadas por futuros huracanes. Este anuncio marcó el nacimiento del movimiento ciudadano #UnRíoEnElRío (UReeR), como relató Lizeth Ovalle al periódico La Jornada (17 de septiembre de 2023), cuando un centenar de personas se manifestaron frente al Palacio de Gobierno para exigir el alto a una intervención que consideraban perjudicial para el ecosistema del Santa Catarina. Dicha intervención y el desmonte no selectivo ha eliminado gran parte de esta vegetación. Por lo que es indispensable gestionar el conocimiento que se tiene acerca de los ecosistemas vivos de éste y de los otros ríos y afluentes en la ZMM para revalorar su importancia ecológica y cultural en la identidad urbana de Monterrey.

¿Y en Monterrey, qué sigue?

Ante lo ocurrido en el río Santa Catarina, cabe preguntarse: ¿Existen otros casos similares en el estado con conflictos comparables? ¿Por qué permitimos que espacios como el RSC se llenen de desechos y sean tratados como zonas sin valor ecológico ni cultural? Estas preguntas quedan abiertas a la reflexión de nuestras comunidades, nuestras autoridades y nuestros apreciados lectores.

Por Criseida Santos Guevara y Blanca C. García Quiroz

Maestría en Gestión Integral del Agua | El Colegio de la Frontera Norte.

**Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien escribe. No representa un posicionamiento de El Colegio de la Frontera Norte


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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