Si en algo podemos estar de acuerdo casi todos los nuevoleoneses es en los retos y crisis que como ciudad enfrentamos: movilidad, calidad del aire, falta de agua y seguridad. Reunión a la que asisto, ciudadano al que escucho, da casi en ese mismo orden los temas que le preocupan. El de la movilidad es el número uno y engloba muchos temas: transporte público insuficiente y de mala calidad; falta de rutas, exceso de automóviles, calles en mal estado, falta de infraestructura para movernos diferente y la no sincronización de semáforos.
La movilidad impacta en nuestra salud pública. Por el número de emisiones contaminantes y el tiempo que perdemos en los traslados disminuye nuestra calidad de vida, y repercute en pérdidas económicas de productividad. El tráfico se ha convertido en algo que se sufre todos los días. Esperar más de tres horas de pie para abordar un camión bajo el sol y después de ocho horas de trabajo no es humano.
Las grandes ciudades del mundo requerimos soluciones innovadoras, no la gestión tradicional del tráfico (calles más anchas y segundos pisos), y más sabiendo que se estima que para el 2050 el 70% de la población del mundo vivirá en las ciudades (ONU). Tenemos que resolver hoy el reto de cómo mover a más personas con tres pilares fundamentales: seguridad, fluidez y sostenibilidad. Siempre basado en datos y con el uso de la tecnología.
Todos queremos llegar a tiempo a nuestro destino y de manera segura, y afectar lo menos al medio ambiente. Ahí está la clave, junto con otros elementos importantes: el diseño y distribución de la ciudad, la forma en que trabajamos; pensar en trabajos remotos que reduzcan los traslados y el tener más opciones de movilidad, no solo la motora. Y lo más importante: cambio de mentalidad, al saber que todos tenemos que aprender a movernos distinto.
Nuevo León es el estado industrial por excelencia y ahora se vislumbra un futuro muy prometedor con la inversión extranjera que está llegando. No podemos quedarnos a medias ante el reto de la movilidad, tenemos que garantizarla como derecho esencial y prioritario.