¿Qué pudo ser tan importante en la vida del Gobernador Enrique Alfaro Ramírez, como para que abandonara a 62 pacientes, -en su mayoría bebés menores de un año de edad-, en medio de un brote infeccioso a causa de una bacteria con el riesgo de que continuara expandiéndose a otros hospitales de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y del interior del Estado? ¿Qué razón poderosa lo hizo dejar de asistir a actos relevantes de la agenda nacional de seguridad y en su representación enviar a subalternos cuando el llamado fue a los gobernadores del país? Y, ¿qué tan lejos se encontraba de la entidad que se hizo presente casi 24 horas después en el municipio de San Gabriel (ubicado a aproximadamente dos horas de la zona conurbada de Guadalajara), donde un río desbordado causó severos daños materiales y terminó con la vida de tres personas mientras otras permanecen desaparecidas?
¿En dónde está el gobernador? Fue la pregunta que se hicieron los jaliscienses ante la notable ausencia del titular del Poder Ejecutivo, que desde la tarde del jueves 30 no volvió a tener agenda pública hasta el lunes 3 de junio por la mañana. Ninguno de los acontecimientos ya relatados hizo posible que el Gobernador hiciera acto de presencia, mientras crecía la versión en cuanto a que se encontraba de descanso en Madrid, España para presenciar la final de la Champions League entre Liverpool y Tottenham.
Los primeros días, cuando aún no era notoria su ausencia, se limitó a compartir en sus redes sociales algunos textos, de esos para toda ocasión, ya no volvió a hablar de los bebés infectados por una bacteria.
Nada dijo tampoco de su falta en la Reunión Nacional de Coordinación de Seguridad, a donde fue convocado por el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, Alfonso Durazo, para abordar el tema de la operación de La Guardia Nacional, entre otros asuntos de interés relacionados con el combate a la inseguridad.
Pero Alfaro decidió que era adecuado enviar en su representación a su Secretario de Seguridad, Macedonio Tamez Guajardo, un personaje que ha demostrado su incapacidad, y que nada ha hecho para evitar que Jalisco transite en medio de la violencia y la criminalidad.
A pesar de que nuestra entidad ostenta ya el tercer lugar a nivel nacional en homicidios, de los constantes “levantones” de personas, de los ya casi acostumbrados hallazgos de cuerpos embolsados, desmembrados, y fosas clandestinas, no fue del interés de Alfaro Ramírez asistir; soslayó la invitación al acto celebrado en Querétaro y decidió enviar a un representante, que por cierto, no fue tomado en cuenta ni siquiera para la foto oficial donde sí posaron los gobernadores que de manera deferente acudieron a la invitación.
Mucho menos fue prioridad acompañar a la heroica Octava Zona Naval, en el “Día de la Marina Nacional”, al acto celebrado en Puerto Vallarta, a donde acudió en representación el Secretario General de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza.
La tarde del domingo, ya con el río Apango desbordado se hizo más visible la ausencia del gobernador. Y es que el suceso del Río se reportó alrededor de las 17:30 horas y fue hasta casi las 21:00 horas que envió un texto para informar que, el Secretario General de Gobierno ya se dirigía al lugar de los hechos, evidenciando que él no podría acudir al lugar aun cuando su presencia era por demás importante.
La ausencia de Alfaro Ramirez, dio paso a que otros personajes aprovecharan para hacerse notar, caso concreto el Delegado en Jalisco para los programas federales de desarrollo social, Carlos Lomelí Bolaños, que inteligentemente se activó en las redes y comenzó a reportar y dar cuenta del arribo de apoyos y a destacar en uno de sus textos: “el @GobiernoDeMexico atiende la contingencia y realiza las labores de diagnóstico para conocer la infraestructura dañada y repararla lo antes posible”.
De las versiones que afirman el gobernador habría estado en el estadio Metropolitano, no se tiene evidencia alguna. No está mal que el mandatario tenga afición por el fútbol ni que disfrute de momentos familiares, lo reprochable en todo caso, sería que desatienda su función primaria que es estar pendiente del estado. Mal que se olvide que es gobernador de tiempo completo y que administrativamente no le corresponden aún vacaciones. Por lo demás, sabemos que el Secretario General de Gobierno, Enrique Ibarra, tiene total capacidad para cubrir sus ausencias.
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