Hoy se cumplen 48 años de la muerte de José Revueltas, figura prominente en la literatura contemporánea latinoamericana.
En la naturaleza humana sucede, y hay muchos casos en la historia, que cuando se junta el óvulo con un espermatozoide provenientes de las mismas fuentes producen individuos con cerebros prodigiosos que en un ambiente propicio e intencionado entregan a la humanidad personas que suelen descollar sobre la mayoría.
Es el caso de la familia Revueltas Sánchez. José y Romana, procrearon en Papasquiaro,
Durango 12 hijos, cuatro de los cuales están en el firmamento nacional de la cultura: Silvestre, Fermín, José y Rosaura; Silvestre en la música, compositor nacionalista, cuya originalidad cobró dimensiones universales,
Fermín en la pintura, precursor del muralismo mexicano y formador de generaciones; Rosaura, lerdense quien destacó en el arte cinematográfico, y José, también de Papasquiaro, mayor que Rosaura, novelista y político, a quien dedicamos esta columna.
Su militancia política y su labor literaria estuvieron íntimamente ligadas, casi adolescente ya militaba en los partidos de izquierda, cuando esta ideología era verdadera en México, no como ahora en que la mayoría solo son de izquierda de palabra sin comprender el fondo de ella y todavía menos el presidente.
Pero su actitud crítica al régimen imperante y sobre todo a la corriente política en la que militaba, le valió estar en la cárcel tres veces acusado de sedición, y expulsado del partido comunista por sus ácidas críticas al mismo.
En 1941 publica Los Muros de Agua, que recoge sus impresiones durante sus dos estancias en las Islas Marías en 1932 y 1934, a donde eran enviados los comunistas;
Los muros de agua no es reflejo directo sino una realidad literaria, dijo; así pasaría con El Apando, publicada en 1969, escrita en su celda de Lecumberri a donde fue remitido por su participación en el movimiento del 68.
Su obra polémica Los días terrenales, publicada en 1949, fue impugnada principalmente por los comunistas de la época, pues esa novela que inicia con una pesca en el río Ozuluapan se vuelve un manifiesto contra PCM, señalando las contradicciones y deformaciones de la práctica ante la doctrina marxista.
Deberían leer su obra los de la dizque izquierda que actualmente destrozan al país.