Hoy en día, uno de los problemas más graves en nuestro país es el inquietante mercado laboral informal que se ha incrementado de manera significativa en las últimas décadas, debido a los trabajos precarios y de baja productividad generalmente liderados por pequeñas empresas que cuentan con trabajadores de escasa preparación educativa o profesional, lo que provoca una desigualdad laboral y en alguno casos explotación.
Estudios realizados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) , establecen que el mes de abril del presente año la ocupación en el sector informal laboral alcanzó la tasa más alta desde hace cinco años; estableciendo un porcentaje del 56.7 por ciento del total de la población en nuestro país, sobrepasando la cifra correspondiente al mismo mes pero del año 2018.
Tomemos en consideración que todas aquellas personas que trabajan bajo las condiciones antes mencionadas, lo hacen para unidades económicas no agropecuarias que operan a partir de los recursos del hogar, sin tener registro legal, fiscal o contable alguno.
Por tanto, considero que es de vasta importancia implementar un programa nacional de formalización de empleo, a la par de iniciativas que logren impulsar la creación de empleos para garantizar un crecimiento económico estable y firme; alinear los incentivos para promover la formalidad de todos aquellos negocios o empresas que no tienen regulados a sus empleados. Esto, de la mano de formación y capacitación formal tanto para el empleo especializado como en temas de ciudadanía y compromiso social y nacional, fortalecimiento de valores, corresponsabilidad social y derechos humanos, entre otros.
En cuanto a los trabajos informales; no cuentan con un respaldo legal o institucional para garantizar sus derechos ni los de sus empleados, por lo que no toman en cuenta la unidad económica, pues suelen ser establecimientos o negocios no registrados; que ofrecen salarios muy bajos, jornada laboral excesiva y en algunas ocasiones sin descanso; así como falta de higiene, seguridad o material necesario para el desempeño de sus funciones. Todo esto puede generar consecuencias perjudiciales al empleado, pudiendo llegar a poner en peligro su salud, seguridad, estabilidad económica y en algunos casos hasta su vida.
Es importante la consideración de un seguro de desempleo que permita cubrir las necesidades básicas de los empleados.
De esta manera podemos concluir que resulta imprescindible e inmediato que en nuestro país se adopten estrategias que permitan la creación de empleos formales, crear incentivos para formalizar a todas aquellas empresas y negocios que cuenten con las condiciones necesarias para una incorporación efectiva y la creación de iniciativas que favorezcan a los trabajadores en materia de seguridad social y así garantizar su estabilidad económica.