Negocios

El T-MEC, un tratado mal entendido por México

Estados Unidos y Canadá han empezado a separar las cuestiones de migración, y para solucionarlo, dependerá mucho de las fortalezas entre las naciones y que puedan fortalecer las necesidades de cada uno de los mercados, creando los suficientes empleos.

En México, en el último lustro, ha incrementado la migración y esto ha aumentado las remesas, pero es un indicador de que no existen las mismas oportunidades que hay entre los otros socios. Es, acaso, que hay gente de EU y Canadá migrando al sur.

México presenta, al día de hoy, una codependencia porque gran parte del producto interno bruto (PIB) nacional está en función de las exportaciones realizadas y en 2022 le afectó un alto déficit en la balanza comercial originado por importar en mayor cantidad productos de insumo intermedio. Con el nuevo plan de inflación, se incrementará aún más este déficit debido a los productos que han sido seleccionados para este programa, pues muchos son importados, y estarán libres de aranceles. México no produce lo que el mercado necesita.

Ante esta situación, los dos socios comerciales han y siguen revisando en qué otros países de América Latina pueden apoyarse. El objetivo es desarrollar manufactura con inversiones específicas y hasta realizar acuerdos trilaterales o bilaterales. La visión es satisfacer la demanda ante la poca productividad de México y las rupturas legales, normativas y de seguridad y las inversiones desde el aspecto financiero e integridad física de sus instalaciones en ciertas regiones. El costo incremental del transporte puede sustituirse por una mano más barata y con ello parar la migración.

México está empezando hace un socio incómodo, el cual al principio de la década de los 90, los dos socios comercializaron, analizaron y acordaron que sería un país aliado y formarían un bloque único entre los tres para hacer frente a cualquier cambio comercial que afectara a la región. Pero al parecer el tiempo dio la razón, algo que nuestro país no entendió. El acuerdo buscaba dar lugar, desarrollar economías de escala, tecnología propia, elevar el PIB per cápita; sin embargo, hasta el día de hoy, sucedió todo lo contrario y la industria fue convertida en una simple ensambladora de tecnología sin figura de avance o desarrollo propio.

Esto ha costado caro a EU en las últimas dos décadas debido a que México no desarrollaba tecnología nueva y solo su vocación era de ensambladora. Desilusión, pues dejaron a México quedarse en un área de confort ante el crecimiento de su demanda. Tuvieron que arriesgar y tomar la decisión de buscar una mano de obra barata, que encontraron en China. Algunas empresas decidieron emigrar hacia este país, pero esto salió con alta pérdida de tecnología ante la falta de una política que protegiera a las patentes. Solo ayudó al país camaleónico a elevar su crecimiento tecnológico y tener indecencia al igualar o mejorar la tecnología que muchas empresas de nuestro vecino tenían ante la ilusión de tener costos bajos.

China, sin tratado de libre comercio, aumentó su capacidad de crear tecnología, tener mano de obra calificada, mejorar los salarios, tener un crecimiento mayor y acceso a nuevas formas de energía. Es el país de mayor consumo de energía y depende mucho de las materias primas que pueda conseguir a mejor precio en los mercados, y esto es un factor para reducir los costos al tener margen de negocio con quienes le quieran vender.

La realidad es que México no ha sabido, no sabe y creo que sepa qué firmó; es muy probable que el tratado termine en 2026. Los próximos meses dependerán de todas las mesas actuales y que vendrán antes de esa fecha; será de gran interés ver cuántas ganaron los socios de México y cuánto tuvimos que pagar. Ante esto, habrá una evaluación determinante que será:

Cuánto tiempo perdemos en disputas y cuánto dinero perdió cada uno entre costos para ponerse de acuerdo.

El espíritu de un tratado de libre comercio es intercambiar productos, servicios, tecnología, materias primas y ahora energía; no debe ser concebido para sancionar o perder el tiempo en saber quién tiene la razón.

La realidad es que un acuerdo comercial debe facilitar los intercambios bajo las normas, leyes y lineamientos de cada país, siempre y cuando no afecte a la sociedad. La meta es incrementar la calidad de vida de las personas en las regiones, asegurar el futuro con tecnología, energías, conocimiento e inversiones privadas de empresas de los diferentes países. El tratado está hecho para que las empresas del Estado inviertan.

Un tratado comercial no es político y no está hecho para saber quién controla a la sociedad, conjeturando la protección de una soberanía. Es impropio y solo indica que la vocación de un país no es para realizar negocios, derivado de quién pone primero la ideología, la soberanía y al último el bienestar de los mercados internos para generar estabilidad económica y financiera a cada individuo que la compone.

México, si no entiendes el concepto de negocios, y estás preocupado por tu soberanía, mejor salte y haz un acuerdo bilateral específico de intercambios comerciales debido a que el actual contempla un todo, y el cual es una segunda oportunidad para dejar de ser robots humanos que solo ensamblan y no piensan.

Ramsés Pech


Google news logo
Síguenos en
Ramses Pech
  • Ramses Pech
  • pech.ramses@outlook.com
  • Ramsés Pech. Experto en la industria de hidrocarburos, energía geotérmica, energía y economía, actualmente se desempeña como Asesor en proyectos de energía y economía tanto para la industria privada como para los Gobiernos, socio del grupo Caraíva y asociados.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.