Las políticas públicas actuales de algunos países son un grupo de imágenes deseadas en las mentes de pocos y escritas para muchos.
Una fantasía puede ser un conjunto de ideas en la mente que pueden ser aterrizadas si existe congruencia con el dinero requerido para realizarlas. No tener lo anterior, significa que en el papel todo puede ser logrado, pero al implementarlo a una realidad, puede tardar o enviar al peculio (bienes de una persona) a un fondo perdido, sin retorno.
Uno de los factores que limitan a la transición de un país para que pueda cumplir con Net Zero (meta de eliminación de gases de efecto invernadero) y dejar de consumir combustibles fósiles, es directamente proporcional al PIB per cápita al que cada persona pueda tener acceso en cada nación. Entre menor sea, más complicado y comprometido es, debido a que no tiene para pagar a las tecnologías que pueden ayudar a tener una mejor energía confiable y de un precio accesible al público. Ante el bajo poder del dinero en las personas, los gobiernos tienen que subsidiar más y esto genera problemas en el erario.
En México en 2022 el PIB per cápita fue de alrededor de 223 mil pesos (tipo de cambio 20.18 pesos por dólar), comparado con el de nuestros socios comerciales del T-MEC es de 5 a 7 veces menor. De 2018 a la fecha se han incrementado en 12 millones las personas que ganan un salario mínimo al día (207.44 pesos) y que forman parte de la población económicamente activa (PEA), donde solo 49% tiene un trabajo permanente. De los inscritos al seguro social, 59% gana hasta dos salarios mínimos y en 2018 eran solo 39%, un incremento de más de 20%. Es cierto que hay un mayor número de empleos en la PEA e inscritos en el IMSS, pero la gente está siendo pagada con menos salario.
Entonces, el nuevo postulado mundial sugiere que la transición energética está comprometida, al tratar de generar la electricidad con cero contaminantes al 2050, y dejar de usar combustibles fósiles. Debido a que la gente, no puede pagar la implementación, al ganar poco, y ante esto el gobierno deberá aumentar los subsidios, y esto puede hacer más largo el camino para México.
Existen actualmente muchas propuestas hechas para México por la actual administración, y todas son buenas, pero en su mayoría no están alineadas a la realidad. Están plagadas de buenos deseos, pero no son alcanzables ante un PIB per cápita bajo y una desinversión de la iniciativa privada de sectores como el energético, y en el futuro esa salida de capitales será en el nearshoring, pues que todas estas nuevas inversiones requerirán de electricidad, combustibles fósiles e infraestructura para poder establecerse y en caso de no tener México ese soporte energético, puede llegar por un lapso de tiempo finito.
Además, las propuestas actuales se contraponen con la realidad de las inversiones públicas, y una de ellas es la colocada en la Conamer, en los últimos días llamada “Estratégia Nacional de Movilidad Eléctrica”, que indica cómo debería ser la transición de los autos de combustión por los de cero contaminantes que emitan por el escape (eléctrico).
La anterior propuesta echa abajo muchas cosas que a continuación enumero y deberán ser tomadas por el nuevo administrador del país de 2024 a 2030:
a) Indica que habrá alrededor de 7 millones de vehículos ligeros circulando de tipo eléctrico en el país en 2030. Realizando proyecciones, calculamos que en 2050 debería de haber alrededor de 48 millones. Al 2070 desaparecerían los carros de combustión.
b) Aumentar el número de vehículos eléctricos, para lograrlo deberán hacer una mayor inversión pública-privada en infraestructura, carreteras y sobre todo centros de cargas para este tipo de automóviles. Actualmente dentro de México hay unos 3 mil, y son requeridos para 2030, cerca de 10 mil. Proyectando al 2050 serán alrededor de 55 mil, y a 2100 por arriba de 100 mil.
c) Al haber un mayor incremento de demanda de electricidad se deberá mejorar la generación de ésta y sobre todo la infraestructura de transmisión y distribución, siendo esta última la que ha colapsado este 2023.
d) Las agencias deberán cambiar su modelo de venta para tener más acceso al comprador de una unidad del tipo eléctrica. Los vehículos híbridos son entre 50 y 60% más baratos que un eléctrico puro. El poder del PIB per cápita en promedio de un Mexicano, debe incrementar hasta cinco veces el actual para tener acceso a un vehículo de esta índole. Hoy el vehículo de mayor venta hasta el momento es el tipo híbrido, y consume de 30 a 40% menos de gasolina comparado con uno de combustión normal.
e) Deberá contemplar en las políticas públicas incentivos fiscales a quienes compren vehículos eléctricos. Además de ir eliminando de forma gradual los automóviles de combustión con lo que la recaudación del IEPS, disminuirá. Sin embargo es necesario proponer un impuesto a estos vehículos por circular, debido a que hoy no pagan, y el costo de la electricidad está subsidiado.
f) Los vehículos eléctricos manufacturados en México, deben ser más baratos para las personas, al ser hechos en nuestro país y al quitar ciertos costos involucrados en su ensamblado.
g) También deberá haber un programa de deschatarrización de vehículos de combustión al salir de circulación lo que puede provocar problemas ambientales.
h) Se debe crear un programa de centros de acopio para las baterías de los vehículos eléctricos, incorporados a la circulación el período del 2020 a 2040, por el cambio de tecnología que habrá en los siguientes años.
La propuesta finalmente deja claro que no existe una coordinación entre la actual política energética y la realidad.
Lo anterior se debe a que las refinerías en México tienen una vida útil ya definida, además dependerá del tiempo que tarde el gobierno en acelerar la transición a vehículos eléctricos. Aunado a lo anterior la propuesta del gobierno indica que empezara a caer la demanda de combustibles fósiles a partir del 2035, y esto dará como resultado, sacar de operación al sistema nacional de refinación (seis refinerías actuales) en 2050, Deer Park en 2060, y Olmeca en 2070.
La política no incrementa el PIB de un país.