Cultura

Leer historias para crecer

Nunca se terminará de ponderar el catálogo de beneficios que tiene el hábito de la lectura de literatura, puerta de entrada al hábito de leer cualquier documento de interés.

Leer historias trae al imaginario personal experiencias reales, pues así las registra el centro de mando de la imaginación que es el cerebro.

Así, leer historias no nos desprende de la realidad, sino que nos hace comprenderla desde nuevos puntos de vista: aquellos que vimos en acción en las historias que leemos, distinguidas porque las decisiones que adoptan los personajes ficticios se dan, en no pocas ocasiones, en el marco de situaciones límite, al borde de inminentes peligros o frente al abismo de un cambio trascendental en la vida de tales individuos. De tales encrucijadas se aprende que la vida es un conglomerado de circunstancias y cómo han de entenderse para obtener determinados resultados

Decirlo así, desde luego, simplifica todo al grado cero de la complejidad humana, pero queda la lección de que la conducta humana se enfrenta a retos y obstáculos que puede superar o no de acuerdo a determinadas reacciones…

Leer, pues, ayuda a comprender mejor a otras personas. Pero también nos da nuevos conocimientos de ámbitos con los que cualquier persona común no tendría contacto. En las ciudades es difícil dominar la jerga de los navegantes y marinos que en altamar enfrentar los peores riesgos, por ejemplo; basta leer “El pescador de esponjas”, de Panait Istrati para comprobar esa dificultad extrema de vivir de la pesca, o “El barril de amontillado” y “Las narraciones de Arthur Gordon Pym”, para además conocer los peligros del mar embravecido por la luna, mientras la tripulación lucha contra la tormenta y los vientos que amenazan sus vidas. O grande es también el campo por conocer de la Oftalmología que está presente en la gran novela de intriga de Juan Villoro “El disparo de Argón”… ejemplos de cómo el conocimiento se forma siempre por todos en todas partes y todo el tiempo, desde el inicio del registro de éste… y que no tiene sentido si no se comparte.

Solo esas dos razones deberían bastarnos para adoptar ese hábito sin más. En otras entregan seguiremos hablando de otros beneficios igualmente importantes para mejorar la vida de cada lector o lectora. Al tiempo.

Porfirio Hernández

facebook.com/porfiriohernandez1969

Google news logo
Síguenos en
Porfirio Hernández
  • Porfirio Hernández
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.