El programa de gobierno esbozado por Claudia Sheinbaum tiene el objetivo de construir un segundo piso a los esfuerzos del programa de AMLO, enfatizando principalmente en un programa de educación con becas universales, infraestructura ferroviaria, medio ambiente y agua.
Todos estos esfuerzos adicionales requerirán igualmente de ingresos adicionales, en una situación donde el presidente actual ha echado mano de “frutas de ramas cercanas”, principalmente procurando la contribución de empresas que no pagaban impuestos. Y también manteniendo la continuidad en la disciplina fiscal, donde la deuda no rebase su proporción actual con respecto al Producto Interno Bruto.
Para analizar dónde existen áreas de oportunidad para obtener ingresos adicionales, revisamos nuestros indicadores con respecto a los de la OCDE, notando que existe una brecha significativa, donde su media de ingresos es de 33% con respecto al PIB, mientras en México llegamos tan solo a 16%.
La brecha principal se encuentra en el área de contribuciones a la seguridad social. Las empresas mexicanas contribuyen con apenas un 2.3% del PIB, mientras otros países de la OCDE lo hacen en un 9.2%. Estos son datos de 2021 y esperemos que hayan mejorado con las medidas que se han tomado para abolir prácticas ilícitas de “factureras”.
Aun así, es posible que tomada en cuenta esta corrección sea necesario revisar las contribuciones a la seguridad social y las evasiones a la misma por parte de empresas informales. Pero esta revisión tiene que ir de la mano con cumplimientos en otros rubros de la seguridad social como es la calidad en los servicios de salud, retiro digno y vivienda. Porque la experiencia empírica nos dice que muchos trabajadores prefieren recibir un salario mayor a la vista que entrar a un régimen formal donde se les pague un salario deducido, en contubernio con sus empleadores donde ninguna de las partes contribuye.
Otra área de oportunidad que tocará revisar es el impuesto a bienes y servicios que muestra una brecha de 5 por ciento del PIB respecto a la OCDE, seguida del impuesto a los ingresos personales (4%), el IVA (3%) y el impuesto a la propiedad (2%).