Te levantas, tu esposo ya está en el baño, cambias pañales, vistes niños, les das un yogurt, reúnes materiales escolares y te pones a hacer el desayuno.
El padre de tus hijos sigue en el baño.
De repente recuerdas que llevas toda la noche sin orinar, será por eso que te duelen desde hace tiempo los riñones, siempre se te olvida. El bebé empieza a llorar; que lo cargues.
Los niños en su cuarto lloran, intervienes para que dejen de pelear. Llegas justo a tiempo a voltear la tortilla de huevo en el sartén. Gritas “te falta mucho” y te responden que ya van…
Entonces sin muchas ganas, cara de resignación y sin consciencia de su privilegio, emerge el santo hombre del hogar. ¿qué pasa, porque gritan?
-No pasa nada, sucede que son niños y se inventan un motivo para gritar, pelear y buscar atención cada dos minutos, eso pasa- Ten, toma al bebe, que debo ir al baño. Cuida la comida.
Te metes al baño. Por fin sola. Llevas escasos sesenta minutos despierta y ya estas rebasada.
Pero bueno, orinas. Alguien te busca en la puerta. Decides rebelarte, pones el seguro. Suspiras, descansas, le mandas un mensaje a tu amiga, entonces, el esposo toca a tu puerta.
El bebe hizo popó. ¿dónde están los pañales? El bebé llora y los niños lloran de nuevo.
- No sé, no sé, déjame en paz, búscalos. - Te dan ganas de llorar. ¿Qué ridiculez, verdad? Si sólo te preguntaron algo.
Han pasado siete minutos. Tu pequeño instante terminó, debes apresurarte porque hay que lavar ropa, pañales, dar desayunos y prender la computadora, a veces se traba y ya mero empieza la escuela de los niños. -¿Y si no van?- No, que horror, el cansancio emocional después es peor.
El desayuno se quemó.
Gritas.
Le pediste que TE CUIDARA el desayuno. El bebé llora. Le pediste que TE CUIDARA al bebé. Los hijos se golpean.
Le pediste que TE VIGILARA a los niños. ¿Porque no lo hizo?
-Se me quemó porque estaba buscando un pañal, no los pude vigilar porque buscaba un pañal. El bebé llora porque se le derramo la popó mientras buscaba un pañal.-
Excusas. -¿Sabes cuánto tiempo me toma A MI cocinar, cambiar pañales y mantener a los niños bajo control? El mismo.
Al mismo tiempo, optimizando acciones, dejando de ir a orinar, pasando por encima de mí misma.-
La carga mental y el privilegio patriarcal presentes hasta en nuestros inodoros.
Ese derecho que tu tienes, que no tienen los demás, se llama privilegio.
