Para la formulación del Plan de Desarrollo del Estado de México 2023-2029, correspondiente al sexenio para el cual fue electa Gobernadora la Maestra Delfina Gómez Álvarez, se integraron ocho comités técnicos, distribuidos entre los integrantes de su Gabinete, y coordinados por el Comité de Planeación del PDEM que dirige atinadamente el Lic. Rafael Flores Mendoza. Repensar a nuestro Estado, a partir de la historia, la geografía y recursos, para aportar una mejor perspectiva como carta de navegación.
Se programaron 8 Foros Temáticos: “Cero corrupción, y gobierno del Pueblo y para el Pueblo; Igualdad de Género; Empleo digno y Desarrollo Económico; Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; Construcción de la Paz y Seguridad; Bienestar ambiental y acceso universal al agua; Bienestar Social; y Crecimiento con responsabilidad social”, además se han dispuesto de amplios canales de participación ciudadana presencial y a distancia, que han resultado muy exitosos, con propuestas que evidencian el interés creciente de los mexiquenses para lograr cambios sustanciales hacia el 2029 y más adelante. Es lo que se conoce como la lucha por el Bienestar Sustentable, como hoy apreciaremos en el Foro de Texcoco.
La primera impresión que he tenido con el avance observado de estos foros es que se ha comprendido esta nueva época de transición, muy particular, que demanda medidas urgentes, resaltaría, indispensables para retomar la justicia, el crecimiento económico, y el bienestar social de nuestro Estado.
Se reconoce la responsabilidad presente y futura del binomio indisociable, integral, de Pueblo y Autoridades locales, impulsado por el liderazgo del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador y las políticas de la 4T, frente a las lamentables condiciones evidentes del abandono ancestral, en prácticamente todos los rubros de la función gubernamental, frente a la creciente demanda social, y los compromisos nacionales y mundiales con el planeta, por las consecuencias en el futuro que condicionan los actuales niveles de bienestar.
El Plan que resulte podría actualizar la parte conceptual, con nuevos enfoques que darán consistencia a las políticas y presupuestos, con la objetividad que nos permiten los indicadores, para su debida y oportuna implantación, y luego evaluación, más allá de lo que ha significado el desgastado discurso del desarrollo, que se estrelló en la demagogia con el hartazgo de la población. Lograr el bienestar que todos queremos: el bien “ser”, bien “hacer”, bien “tener” y bien “estar” de acuerdo con lo que valoramos, para ahora y mañana.