Cultura

Ese borracho parlanchín con rostro de rana

Mauricio Carrera, La derrota de los días, FCE, México, 2025, 480 pp.
Mauricio Carrera, La derrota de los días, FCE, México, 2025, 480 pp.

No ha sido fácil dimensionar la obra del gran escritor mexicano José Revueltas (1914-1976). Todavía ahora, a casi medio siglo de su muerte, se le siguen adjudicando valores diferenciados, incumplidamente explicados, aunque ciertamente provenientes de la diversidad de la misma.

Más aún cuando se mira al Revueltas protagonista social y político y todavía más al momento de fijar al ser humano.

Novela, cuento, cine, ensayo, filosofía, poesía, teatro, periodismo…

Hijo, hermano, padre, camarada, líder, maestro…

Dónde no se adentró Revueltas.

Siempre al llamado de la rebeldía y del sino de la pertenencia a una estirpe casi impar.

Menuda complejidad que no se estaciona ahí.

Puesto que, como otros de sus hermanos, José cargaría durante toda su vida con la pesadez de los golpes de la vida y su ligereza ante el alcohol.

Existen muy buenos estudios sobre Revueltas.

Imposible negarlo.

No así ficciones que nos hablen de él.

Así que encontrarse con La derrota de los días, novela del mexicano Mauricio Carrera (1959) recuperada para su Colección Popular por el FCE, resulta una gratísima sorpresa.

Hasta ahora perdida en una edición de algún gobierno estatal, la novela puede leerse como lo que es, una ficción (un artificio) que hace verosímil lo inverosímil.

Algo que dicho para una personalidad como la de José Revueltas, podría no representar mayores retos.

Pero que sin embargo, y producto del consistente oficio narrativo y del conocimiento de la vida y obra revueltianas de Carrera, dan como resultado una gran novela.

Una novela, como toda gran ficción, que nos cuenta una historia.

No la vida de Revueltas (no se confunda el lector).

Acaso el hallazgo de una relación personal, si bien la misma contenga un buen número de interacciones de Revueltas con otras personas y circunstancias.

Comienza la novela advirtiéndonos justo de esa relación: Joaquín Ríos-Pepe Revueltas.

De menos juventud el primero, y quien de inmediato se insertará en la historia a partir del dilema de la existencia humana, y de los lazos que lo unirán al segundo a lo largo de varios años.

“Para golpes, los de la vida, y para la vida, lo que aprendí en la correccional y después en la vida”.

En cierto sentido metaliteraria, en ella confluyen no sólo la sombra avasalladora de la obra revueltiana sino la de escritores igualmente marcados por la pasión ante la existencia humana y las flaquezas más íntimas, La derrota de los días nos llevará a nuevos escenarios.

Sitios cargados de guerra y soledad, y donde los mensajes epistolares de Revueltas a Ríos servirán como ruta de viaje para narrador y lector, sin olvidarse nunca la geografía propia.

“…este México olvidado, empobrecido, dejado de la mano de Dios”.

Un país, específicamente su zona fronteriza, Tijuana, donde se desarrollará el final de la narración, páginas a la altura de la mejor novela policiaca de nuestro canon.

Qué otros tópicos revueltianos se recrean en la novela de Carrera, preguntará el lector.

La relación periodismo-literatura.

La más literaria de las épocas del llamado cine nacional.

Los días de guerra.

La vida.

Donde vida “es esperar. La vida, si no es tedio, es aguardar”.

Porque la vida “también es eso: un lugar donde no pasa nada”.

Sí, la vida “es eso: acción y contemplación”.

En una de las muchas misivas enviadas por Revueltas a Ríos, el lector de La derrota de los días sabrá del primero:

“Tengo el exculpante de mi trabajo, que espero sirva de algo, no para mí sino para los demás, aunque esto último en ocasiones me parece falso. Así es esto de vivir: trabajar y trabajare no sé bien para qué, hasta reventar. En ocasiones, como un narcótico que me permite continuar. Escribo, y por lo menos pienso que mi dolor es útil. Pero también esto no deja de ser más que una piadosa mentira”.

La aspereza de un oficio, el literario, y desde el cual Carrera parece rendir admiración a José Revueltas.

Un detalle final. La derrota de los días, novela ganadora del Certamen Internacional Letras del Bicentenario Sor Juana Inés de la Cruz 2009, tiene una portada donde se reproducen una máquina de escribir y unos negativos cinematográficos, materiales sin duda cercanos a José Revueltas, pero su imagen incluida es la que muchos conocemos de él, posterior a su participación en el movimiento de 1968, con gafas y barba de chivo y no la de la época recreada, para entonces “ese borracho parlanchín con rostro de rana”.


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Mauricio Flores
  • Mauricio Flores
  • mauflos@gmail.com
  • Periodista, estudió Ciencia Política y Administración Pública en la UNAM
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