En pasados días fui invitado a un evento convocado por el Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México, donde su Presidente Germán Jalil ha realizado un excelente trabajo.
En dicho evento se entregaron distinciones a varias empresas asentadas en el Estado de México y a tres figuras de alto reconocimiento nacional: Francisco Cervantes, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Don Valentín Díez, empresario mexiquense, visionario y filántropo propietario del Club Deportivo Toluca, múltiple campeón del futbol mexicano; y a Fernando Flores, Presidente Municipal de Metepec, quien ha estado en contacto permanente con la gente, ubicándolo como uno de los mejores alcaldes del país.
Los tres personajes fueron homenajeados con las emblemáticas esculturas del maestro Sebastián, denominadas “Excelsitud” símbolo de excelencia, liderazgo y aportación constante al país. Este reconocimiento no solo destaca trayectorias individuales, simboliza que el país requiere para salir adelante, de la coordinación de esfuerzos entre gobierno, iniciativa privada y sociedad civil.
Este reconocimiento surge en un momento de profunda crispación nacional, en donde México enfrenta uno de los escenarios más complejos de los últimos años. La irrupción creciente de cárteles en diversos estados que ha derivado en enfrentamientos con las fuerzas del orden, paralizaciones regionales y una sensación de desbordamiento institucional que comienza a permear en la vida cotidiana y en la percepción internacional sobre el país.
A este clima se suma la reciente arremetida de Trump quien nuevamente coloca a México en el centro de su discurso con amenazas sobre seguridad, migración y comercio, tensiones que nunca terminan de desaparecer. Sus declaraciones han generado nerviosismo en los mercados y han puesto en alerta a los exportadores, especialmente ante la incertidumbre del próximo acuerdo del Tratado Comercial con Estados Unidos, pieza fundamental para la estabilidad económica nacional.
En este evento quedó claro que un número importante de empresarios mexiquenses ha decidido cerrar filas con México, con la presidenta Claudia Sheimbaum y con la Gobernadora Delfina Gómez, apostando por la estabilidad institucional, la inversión productiva y la continuidad del desarrollo económico.
Se ha decidido enviar un mensaje vital en estos tiempos de división. Más allá de diferencias políticas o ideológicas, reconocen que la coyuntura actual exige una visión de Estado, responsabilidad compartida y una estrategia de unidad para preservar la competitividad del país y la confianza de los inversionistas.
El mensaje empresarial es un llamado a fortalecer la institucionalidad, a respaldar iniciativas que den certidumbre y a participar en la construcción de un frente común que permita enfrentar amenazas reales, ante el debilitamiento que el país ha sufrido en estos días.
El país necesita cooperación más que confrontación, y un liderazgo compartido, por lo que esta visión estratégica deberá permear en el corto plazo.