Hace unos días se aprobó el Presupuesto de Egresos del Poder Legislativo de Jalisco, por un monto de 955 millones de pesos, de los cuales 874 están destinados al pago de nómina, lo que representa casi el 92% del total de las erogaciones en el Congreso. La cantidad aprobada, significa un 0.7% del presupuesto del Estado de Jalisco que alcanza los 137 mil millones de pesos.
No obstante lo anterior, la percepción de la sociedad es que el Congreso local sigue costando mucho dinero del erario, con relación a los resultados que ofrece y no les falta razón; el desprestigio generalizado refleja la poca confianza que nos tienen los ciudadanos.
La aprobación presupuestal resultó del acuerdo de impulsar dos temas fundamentales para iniciar el camino a la eficiencia y a la eficacia del Parlamento en Jalisco. El primero fue la aprobación para realizar un estudio a través de una asesoría externa especializada, profesional, objetiva y que acredite experiencia en indicadores de eficiencia administrativa y anticorrupción, para efectos de transparentar, depurar, sanear y hacer más eficientes la plantilla laboral y la nómina del legislativo jalisciense.
Otro de los acuerdos que sostuvieron el planteamiento presupuestal, consistió en turnar al Pleno de la Asamblea una iniciativa que propone el Servicio Civil de Carrera, que tiene como objetivo el desarrollo profesional y personal de quienes laboran en el Congreso, a través de procedimientos y mecanismos transparentes, justos y equitativos.
La gran novedad es el Concurso Público, siendo un conjunto de procedimientos para el reclutamiento y la selección de los mejores aspirantes para ocupar plazas de puestos del Servicio, a través de convocatorias abiertas.
Es evidente, que en nuestro Parlamento existen personas en el servicio público que son valiosas, preparadas y trabajadores, sin embargo, es público y notorio que esta nómina fue construida a través de los años en un sistema de “botín”, esto significa que los distintos grupos políticos en diferentes épocas se repartían la contratación de las plazas laborales disponibles.
Este Servicio Civil, tiene como propósito reconocer y aprovechar la experiencia, conocimiento y capacidades de sus funcionarios, para que el Poder Legislativo alcance sus metas, con apoyo de personal calificado que, de manera continua, uniforme, regular y permanente, preste servicios de calidad, con imparcialidad y lealtad.
Es por ello, que el Servicio deberá contener, mecanismos de selección e ingreso, desarrollo y profesionalización, evaluación del desempeño y permanecía, promoción e incentivos, rotación funcional, encargados de despacho, y separación y reincorporación.
Sabemos que la palabra empeñada no siempre se cumple y que los compromisos se rompen, por ello estamos conscientes que la lucha que estamos dando contra la corrupción y contra el sistema que hace de los puestos públicos este botín es una lucha donde se avanza gradualmente.
Hoy se aprueba la norma y mañana se necesitará luchar para que se haga realidad. Cuando salimos a pedir el voto ciudadano y cuando rendimos protesta estuvimos conscientes que veníamos a dar una batalla que no sería fácil.
A pesar de las falencias inerciales que sin duda aún contiene el presupuesto que se aprobó, fue producto de negociaciones legítimas que, como dijo Kissinger. -reconocido político americano-: “Negociar es precisamente llegar a acuerdos donde las partes quedan suficientemente insatisfechas.”
Finalmente, como presidenta de la Comisión de Administración y Planeación Legislativa cumplimos con llevar un proceso claro con información permanente, clarificando las dudas que surgen en la dinámica del proceso parlamentario, para ponderar la transparencia en la construcción de un mejor presupuesto y lograr que el Legislativo cumpla con la creación de mejores leyes y desarrolle sus facultades y sus funciones.
Mara Nadiezhda Robles Villaseñor
*Coordinadora del grupo parlamentario de Hagamos