El miércoles la Reserva Federal elevó 25 puntos su tasa de interés de referencia, con lo que pasó 5 a 5.25%. Durante el mes se especuló mucho sobre este tema, ya que una buena parte de los participantes en los mercados, opinaban que la Fed debía hacer una pausa en el movimiento de alza, toda vez que una de las principales razones de la problemática que se enfrentó en el sector financiero —con la quiebra de Silicon Valley Bank y de Signature Bank— fue el fuerte incremento que sufrieron las tasas desde marzo de 2022.
Muchos pensaron que era el momento adecuado para detener el crecimiento de las tasas; sin embargo, después de lo ocurrido en estos bancos, salió la inflación del mes de marzo y ahí se vio una baja importante, pues pasó de 6% en febrero a 5% en marzo. El problema estuvo en la subyacente, que es la más importante, y la cual solo disminuyó una décima, al pasar de 5.6 a 5.5% en el mismo periodo; a partir de ahí los mercados aceptaron, por lo menos en concepto, que la tasa debía tener un nuevo incremento tal cual lo acabamos de ver, pero ahora surgen nuevas preguntas: ¿será este el último incremento en el año?, ¿cuánto tiempo se mantendrá la tasa actual?
Aún quedan muchas incógnitas, lo importante para será la inflación de abril, que se publicará el 9 de mayo, al igual que el dato de la nómina no agrícola, que salió hoy pero que desconozco porque este artículo lo escribí ayer. En otros temas pendientes, seguirá dando lata el tema de los bancos regionales en EU; ya hay un nuevo candidato para tener problemas y es el PacWest, mismo que ha sufrido retiros importantes. El tema estructural de los bancos grandes en EU creo que está superado, no así la fragilidad del sistema en algunas entidades regionales como First Republic, recién adquirido por JP Morgan.
Tengo la impresión de que el crédito en EU se va a endurecer, y si sucede ya no será necesario que la Fed siga subiendo las tasas, aunque dependerá de cómo se sigan comportando inflación y empleo; mientras la primera no baje con claridad en la subyacente y la creación de plazas se mantenga por arriba de 200 mil mensuales, la Fed seguirá presionando las tasas; si esas dos variable se moderan, el panorama será distinto.
La decisión de la Fed le dará la pauta a nuestro banco central para hacer lo propio; sin embargo, en esta ocasión, la posibilidad de que Banxico no siga el rumbo de la Fed es algo real. Recordemos que la tasa en México empezó a subir desde finales de 2021, al de 4 hasta 11.25%, que es su nivel actual; el incremento fue brutal, al grado de que ahora la tasa de referencia en nuestro país está muy por arriba de la inflación y ofrece un rendimiento en términos reales de casi 6%; además, si comparamos nuestra tasa con la de nuestros vecinos, ésta es de 600 puntos base a nuestro favor. Dicha diferencia es mayor a la que en promedio hemos tenido con ellos en los últimos 20 años. Hacen sentido las declaraciones de la gobernadora del Banxico al decir que ese instituto estará dispuesto a considerar una pausa en el movimiento alcista de las tasas.