El diagnóstico de atención y reparación a víctimas en este país es desolador, sigue incrementándose el número de víctimas y cada vez es menor el de las personas reparadas, a pesar de que existe desde 2013 una Ley General de Víctimas y la creación de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) como entidad operativa, lo cierto es que después de seis años ni la ley ni la institución han resultado suficientemente efectivas.
Existen necesidades que rebasan a la comisión, como la reforma a la ley, para agilizar las reparaciones de víctimas que suelen esperar durante años una sentencia definitiva o una recomendación de la CNDH, así como la urgente priorización de los delitos y violaciones graves que sí deben atenderse en la CEAV.
Pero hay otros retos deben resolverse desde el interior, por ejemplo la publicación del Reglamento Interior, el cual después de dos años y medio de gestión y más de 60 foros con víctimas, jamás se publicó. La transparencia que debe darse al uso de recursos públicos y el fortalecimiento que requiere tanto la Asesoría Jurídica Federal como el Comité Interdisciplinario Evaluador, el cual está consumido en decidir si una víctima tiene dicha calidad o autorizar accesos a los fondos de emergencia, en vez de realizar reparaciones integrales.
El dos veces titular de la Comisión Ejecutiva, Jaime Rochín, presentó su renuncia tras su ausencia a la comparecencia en el Senado de la República, que justificó aludiendo a que estaba en Ginebra, Suiza, para luego rectificar que estaba en Nayarit. Con este antecedente inició el proceso para elegir a la próxima persona comisionada, así que colectivos, universidades, expertos y víctimas postularon a 26 personas, de las cuales, después de la revisión de sus documentos quedaron 22 candidatos.
Entre estos destacan por ejemplo, Pamela Romero, quien actualmente funge como encargada del despacho de la comisión en tanto fue promovida por Jaime Rochín como asesora jurídica. Ella con José Ibarra Kurka, quien en su trayectoria laboral destaca su colaboración en el Cisen, garantizarían la continuidad del ex comisionado.
Roberto Villanueva, es también un colaborador de confianza del ex comisionado. Se le vincula con Javier Sicilia por su paso en la Universidad Autónoma de Morelos. Durante su gestión en la CEAV tuvo la responsabilidad de controlar los recursos de traslados, alojamiento y alimentos de las víctimas. No está demás considerar que su postulación se realizó mientras mantenía la facultad de ejercer estos recursos.
Desde la Fiscalía General de la República se promueve a Jesús Moreno, candidato de la subprocuradora Sara Irene Herrerías, quien colaboró en el gobierno de Felipe Calderón como titular de Províctima, institución que fue sustituida justamente por la CEAV.
En contraste, suenan fuerte algunos candidatos novedosos impulsados desde Bucareli, Mara Gómez, Angélica Haces y Luis Fernando Rosas.
Las entrevistas que les realizó Alejandro Encinas revelan en buena medida el alcance intelectual y ejecutivo de los candidatos. Ojalá sirvan como referente para la terna que propondrá el Presidente al Senado de la República en las próximas semanas. Quien presida la comisión deberá tener un diagnóstico claro y entender la ruta de transparencia y efectividad que debe implementar.
@maiteazuela