Este año, a escala global hemos vivido meses de incertidumbre y desaceleración económica, que amenazan con convertirse en una recesión profunda para varios países, incluyendo a México. Al mismo tiempo, estamos parados en el umbral de cambios sociales paradigmáticos, que moldearán nuestro futuro inmediato. Estos pueden ser positivos en la medida en la que sepamos aprovechar las oportunidades de transformación que se presentan, sobre todo ante aquellos desafíos que nos unen.
En particular, hay un tema al que no debemos dejar de prestar atención: la inclusión y representación de las mujeres en el mundo laboral, especialmente en el sector tecnológico. Para muchos, desde nuestra trinchera de negocios pudiera parecernos poco evidente este hecho, sin embargo, aún estamos lejos de alcanzar la representación equitativa de las mujeres. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México sólo el 47% de las mujeres participan en la fuerza laboral(1). En el sector tecnológico, las cifras son aún más preocupantes, pues únicamente 14% de quienes trabajan en esta industria son mujeres(2).
Como ejecutivo en una empresa tecnológica, analizar estas cifras es desconcertante, pues nos demuestra que, como sector, no hemos hecho lo suficiente para revertir esta realidad. La equidad de género es más que un tema “de mujeres para mujeres”, es un tema de derechos humanos y también de competitividad. ¿Cómo permitimos que nuestras organizaciones aspiren a ser más competitivas y rentables, si nos privamos de atraer y retener al mejor talento?
Y en este contexto ¿qué rol debemos de asumir los hombres ante este escenario? ¿Qué cambios en nuestras organizaciones podemos y debemos impulsar para garantizar una equidad de género en este ámbito? Existen iniciativas que promueven estos movimientos y de las cuales podemos apalancarnos para crear el cambio que queremos ver. Recientemente me sumé a la iniciativa He For She de las Naciones Unidas para promover que más colegas contribuyan en el cambio de paradigmas en pro de la equidad de género.
Tomo este espacio para invitar a más hombres a que, primero, analicemos esta problemática que, pareciera ajena, pero de la cual somos parte, y que busquemos soluciones conjuntas. Los hombres que trabajamos en esta industria debemos de reconocernos como agentes de cambio, pues ocupamos la gran mayoría de las sillas de toma de decisión al interior de las empresas y la mayoría de las posiciones en la industria tecnológica.
Es por ello que propongo tres principios fundamentales para trabajar en el cambio, y de algún modo exhortar a las personas que se toman el tiempo en leerme a que los adopten:
1. Crear conciencia. Hablar de este tema con transparencia y sin juicios –pero con determinación– entre ejecutivos dentro y fuera de nuestra organización
2. Estrategias de integración. Ser responsables dentro de nuestras organizaciones para implementar estrategias de integración e inclusión de más mujeres en nuestra industria. Esto es transparentar la evolución en la equidad en las distintas áreas de nuestra organización (departamentos, equipos de trabajo), así como crear un piso parejo de oportunidades en los mecanismos de contratación, compensación y promoción laboral en todos los peldaños de la organización
3. Presencia y voz. Garantizar una constante presencia y diversidad de voces para mantener sólidos los espacios de inclusión. Pudiera parecer simple, pero desde propiciar que más mujeres sean referentes de la industria en foros públicos es una actividad que podemos empujar
En la medida en la que podamos conservar estos enfoques seremos capaces de favorecer la representación de las mujeres en el sector tecnológico, el cual representa a 5 de las 10 empresas mejor valoradas a nivel global(3). Asimismo,el sector tecnológico impulsa el crecimiento económico para muchos países, generando la mayor parte de las oportunidades laborales en una economía que, a raíz de la pandemia, acelera aún más su paso hacia la digitalización.
Llevar a cabo estas prácticas puede parecer sencillo, pero su impacto en una compañía puede ser enorme: desde la contratación, promoción y retención del mejor talento, desarrollando una cultura corporativa incluyente que permita incremento en competitividad y la obtención de resultados de negocio positivos.
En consecuencia, la inclusión de las mujeres en la vida laboral va más allá, fomenta el empoderamiento económico, creatividad en el desarrollo de productos y soluciones y detona un impacto positivo en el país; de hecho, cerrar la brecha de género en México podría aumentar hasta en un 70% el PIB(4). Esto es clave cuando hablamos de un contexto de desaceleración económica a nivel global; las decisiones que tomemos hoy en beneficio de un nuevo modelo de equidad de género, serán determinantes para contribuir a la recuperación económica del país.
Colegas, esto es una responsabilidad compartida. La demanda de profesiones especializadas en una economía digitalizada abre una ventana de oportunidad para que el rol de las mujeres en este ámbito adquiera la relevancia que siempre debió tener, para seguir construyendo una sociedad que nos represente a todos, y en donde las organizaciones interioricen la diversidad como una práctica necesaria. Los invito a que tomemos este momento de introspección que la pandemia trajo a muchas organizaciones para analizar si estas acciones son conscientes, si estamos dando la voz adecuada a las mujeres y si nuestros procesos laborales son los óptimos. Asegurémonos que nuestras acciones van encaminadas a cerrar esta brecha.
*Vicepresidente de SAP México y asociado del programa de Naciones Unidas He for She.
____________
1. Construir un México inclusivo - OCDE, (2018). URL: https://www.oecd.org/centrodemexico/medios/Estudio%20Género%20México_CUADERNILLO%20RESUMEN.pdf
2. Grupo de Investigación EQUALS, Taking stock: Data and evidence on gender equality in digital access, skills and leadership (Macao: Instituto Universitario de las Naciones Unidas sobre Informática y Sociedad / Unión Internacional de Telecomunicaciones, 2019), 85.
3. Global Top 100 companies by market capitalization. PWC May, 2020. https://www.pwc.com/gx/en/audit-services/publications/assets/global-top-100-companies-2020.pdf
4. Una ambición. Dos realidades. MX Women Matter. McKinsey & Company. https://womenmattermx.com/