El partido entre Santos y Toluca fue un partido de liguilla: con emociones, con suspenso, con drama, con revoluciones a tope, con fantásticos goles, con defensores batiéndose… Un abanico de sensaciones dignas de un partido de primer nivel.
Es más, para nuestra liga y dentro de nuestro estándar, fue un partido de alto nivel. Tuvimos, en la jornada 2, un partido adelantado de liguilla.
Eso se aplaude y se agradece. Quienes no pudieron ver el partido (fue por señal de pago) se quedaron con el primer parámetro lógico: una derrota y por goleada.
Pero quienes sí tuvimos la posibilidad de verlo, ya sea desde casa o en el Corona, nos quedamos con una sensación de satisfacción e inclusive, de orgullo.
Sí, por lo hecho por el Santos. Por ese gran primer tiempo donde mientras se estuvo once contra once, el Santos alteró el sistema nervioso del Toluca y lo tuvo dos a cero, de manera contundente e incontestable.
El Toluca no se esperaba un rival así. Es más, casi nadie nos esperábamos un subidón de nivel como el que el Santos ha tenido durante este inicio de campaña.
La victoria en la jornada uno ante Pumas fue una sorpresa por demás agradable. Pues bien, lo de Toluca fue doblemente agradable y sorprendente.
Nadie debe quedarse con el marcador, porque hay que saber diferenciar entre marcador y funcionamiento. Y el Santos, por funcionamiento, no mereció perder, mereció empatar por todas las de la ley.
La expulsión de Ocejo marcó un antes y un después en el partido. Él estaba teniendo un partidazo, incluido su gran gol.
Mientras las condiciones fueron parejas, el Santos hizo mejor las cosas.
Cuando el partido estuvo numéricamente disparejo y el Toluca fue creciendo como la espuma, el contexto cambió por completo y fue cuando apareció el temible campeón.
Todos confirmamos por qué el Toluca es el mejor equipo de México. Eso también es indiscutible.
Pero aun así, con ese Toluca tan tremendo y crecido por su ventaja numérica y sus modificaciones tácticas, el Santos estuvo a centímetros de empatarle.
Era merecido y habría sido la apoteosis para un Estadio Corona pletórico. Habría sido un marcador justo.
Tras todo ese contexto del partido ante Toluca, el Santos debe ganar el viernes en Puebla. Trae la inercia, la dinámica, la motivación y, hay que decirlo, el futbol.
Los partidos entre Puebla y Santos (en Puebla) siempre son de goles.
Hay que obtener los tres puntos antes del parón que se avecina.
Con esa presión y alta y esa actitud, el Santos deberá darle una alegría a su gente.
