Comunidad

Mujeres insurgentes

La semana pasada en compañía de mi padre y uno de mis hermanos visité la Casa Chihuahua (antiguo Palacio Federal y anterior colegio jesuita), donde Miguel Hidalgo pasó sus últimos días en un estrecho calabozo. 

Aquel espacio sombrío me hizo pensar en las historias que no se cuentan. 

Recordamos con facilidad a los héroes varones de la Independencia, sin embargo, la narrativa histórica ha silenciado a quienes también arriesgaron su vida en ese y en otros hechos: las mujeres.

Josefa Ortiz de Domínguez es un personaje familiar por haber alertado a los conspiradores y por pertenecer a una posición social privilegiada, lo mismo que Leona Vicario que escapó del convento en donde la confinaron para unirse a Quintana Roo, aportando su fortuna e inteligencia a la lucha. 

No obstante, hubo muchas más mujeres que participaron activamente en el movimiento de Independencia, por ejemplo: Mariana Rodríguez del Toro, encarcelada por planear la captura del virrey; Rafaela López Aguado de Rayón, protegió insurgentes en Tlalpujahua; Gertrudis Bocanegra, organizadora de redes de apoyo, fusilada en Pátzcuaro; Antonia Nava de Catalán, “La Generala”, alimentó y sostuvo tropas en el sur; Manuela Medina, “La Capitana”, alcanzó rango militar bajo el mando de Morelos y Rita Pérez de Moreno, que soportó la prisión y la muerte de sus hijos sin rendirse.

Numerosas mujeres anónimas fueron informantes, financiaron ejércitos, coordinaron redes de apoyo, ocultaron armas, redactaron propaganda, dirigieron tropas o pelearon con sable en mano; también soportaron castigos físicos, la privación de su libertad, el asesinato de familiares y amigos, y su propia muerte. 

Además de preparar alimentos, lavar ropa, curar heridas y ser parte de las tropas. 

Todo esto tiene gran mérito, porque sucedió en una época en la que el rol asignado para ellas era exclusivamente privado y doméstico. 

A pesar de que se desconocen sus nombres, la labor que llevaron a cabo fue decisiva: sin sus acciones, el movimiento de Independencia no habría tenido la misma fuerza.

Después de 215 años del Grito de Dolores, en un acto de justicia, es necesario reconocer el relevante papel de las mujeres en la historia. 

Porque los avances, logros y luchas por la libertad y el desarrollo de los pueblos sólo se logran con la participación de todos y todas por igual. 

En esa medida ellos y ellas merecen el mismo reconocimiento y agradecimiento, pues son los hombres y las mujeres que nos dieron patria.


laura.parra@ibero-torreon.edu.mx

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Laura Elena Parra
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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