Muchas de las palabras y frases que utilizan los seguidores de AMLO, fueron escuchadas previamente en la homilía presidencial de cada mañana.
Tenemos de ejemplo palabras como fifís, conservadores, cómplices, traidores a la patria, rateros, racistas, clasistas, hipócritas, cretinos, entre varias más que diariamente se pronuncian en dicha mañanera.
Este tipo de adjetivos peyorativos, son repetidos al unísono, por los fieles seguidores; pareciera que solamente están esperando línea a seguir del presidente, es decir, si el Presidente no considera conveniente enviar una felicitación al ganador de las elecciones en EE.UU, como fue el caso de Joe Biden, por no creer oportuno y deja transcurrir varios días, sus seguidores justifican su prudencia. (Fue de los últimos en enviar su beneplácito)
En cambio en las pasadas elecciones en Brasil donde ganó Lula Da Silva, AMLO fue de los primeros en felicitar al ganador, inclusive antes del cómputo oficial, y en éste otro extremo de nueva cuenta sus fieles seguidores vuelven apoyar su comentario.
Nunca como ahora a la sociedad la han dividido, y nunca como ahora la clase media la han ofendido con palabras peyorativas, pero lo que es peor, ese antagonismo con la clase popular está provocando enfrentamientos no solo verbales sino también físicos, gente envalentonada e inspirada en el Ejecutivo cada mañanera.
En otras palabras, si el presidente ofende a diestra y siniestra ¿por qué ellos no?; y muchos de los que se dicen ofendidos, son trabajadores de años en factorías, y por un arrebato inspirado en las mañaneras entran en un conflicto laboral, que a la postre el perjudicado es el trabajador, y por muy buena que sea la liquidación o finiquito salen perdiendo.
Cabe comentar, que la clase media es la fuente de la mayoría de los empleos ofrecidos en México, y gran generadora de impuestos; sector social que continuamente es hostigado y ofendido por el Presidente.
Pero estos adjetivos agraviantes dirigidos principalmente a la clase media, el domingo 13 de octubre pasado le cobraron factura, pues ni los organizadores de la marcha en apoyo al INE se lo esperaban; el conteo “oficial” lo proporcionó Martí Batres Secretario de Gobierno de CDMX de 10 mil a 12 mil participantes, mientras el conteo de la prensa nacional e internacional,ronda entre 600 mil a 850 mil y Google 810,378 personas sólo en la CDMX. (En el espacio de la marcha).
Personas que participaron en dicha marcha en la capital, comentan que no había señal de internet, y que un día antes las autoridades establecieron contingencia ambiental en ¡¡¡domingo!!!
Aunado, a que casualmente se fue la electricidad precisamente en el templete del único orador José Woldenberg Karakowsky ex presidente IFE.
(Muchas casualidades) El reclamo a MORENA fue y es, si no saben contar manifestantes, menos sabrán contar votos. El INE sólo es el árbitro de la elección, los que deciden legítimamente son los tribunales electorales.