Política

¡Trúmpatelas, derechairos!

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Donald Trump es tan bravo que hasta los de la casa muerde. A ver, qué le costaba avisarle a María Corina (más a ella, que la está correteando Julian Assange que le debe tener unos wikileaks guardados), Kinky Téllez, Jojojorge Robero de Terrenos, Alitititito Moreno y a los alazrakos que siempre no iba a invadir Venezuela porque toda la Loka Academia de Ayuwokis ya estaba en el nivel más Rambo posible, para ir a tomar Caracas como si fuera un buquetanque. Pobrecitos, se quedaron chiflando en la loma.

Bueno, también pasó a perjudicar al tío Pinchi que andaba presumiendo que Trump lo había invitado a la cena navideña en Mar-A-Lago, cuando en realidad tuvo que comprar su entrada para que lo sienten en el hoyo 18 del campo de golf.

Como quiera que sea, tengo la impresión de que mi Donald tomó cursos propedéuticos de mentiras nada piadosas con los del PRIAN, pues mientras amenazaba con bombardear quirúrgicamente a Maduro, se soltó un discurso delirantemente triunfalista como los de Salinas de Gortari, Neto Zedillo y Caldedrunk en los peores momentos de sus gobiernos, alegando que esta era la “Época dorada” de Estados Unidos. Perdón, pero solo Argentina está más en el infierno económico que Trumplandia. Todo al ritmo de más y mejor demagogia.

De ahí que el mítico Bernie Sanders saliera a señalar que a Trump no le importan Maduro (el petróleo venezolano sí, claro) ni los cárteles ni nada de eso; lo que le interesaba era armar una clásica cortina de humo sobre los niveles deplorables en que se encuentra la economía trumpista y tapar también todo el escándalo que se le viene encima con los Archivos secretos Epstein.

Lo más alucinante fue el argumento que Trump esgrimió para amagar con atacar Venezuela: Ese petróleo es nuestro y lo queremos devuelta. Y por qué dice que “es nuestro”, porque en 1976 el presidente Carlos Andrés Pérez nacionalizó la industria petrolera en manos yanquis. O sea, es como si los británicos quisieran invadir México alegando que a mi general Lázaro Cárdenas le quedaron pendientes de la nacionalización del petróleo. O que Macron quisiera mandar a la Legión francesa para cobrar algunos postrecitos que no se cobraron durante la Guerra de los pasteles. Así, al rato Trump mandará atacar a Vietnam o hasta Francia asegurando que todavía le deben algo del desembarco en Normandía.

Pero como Trump no se gobierna, tuvieron que mandarle unos estatequieto desde Moscú y Pekín para recordarle que Venezuela no se toca, basta ya de tonterías. 


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Jairo Calixto Albarrán
  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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