Mientras Donald Trump decide si invade o no Venezuela en otro más de sus arrebatos imperialistas mientras le llegan What's desde Moscú, en México le dieron en la línea de flotación a lo muy poquito que quedaba del calderonismo PANdo. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que se toma su tiempo para hacer dictámenes, llegó a la conclusión a la que llegamos casi todos en su momento de que durante la narcoguerra de Jelipillo los derechos humanos eran para las ratas y no para las personas: se reconoció que Ernestina Ascencio en efecto fue violentada por un grupo de militares, y que aquella invención miserable y terrible de José Luis Soberanes, entonces encargado de la CNDH, de que ella había muerto a consecuencia de un gastritis mal atendida, quedaba desechada.
La justicia toma su tiempo, pero al final se supo la verdad. Así podemos invocar a toda esa caterva de maleantes mediáticos, que cómo se dedicaron a apoyar miserablemente a Calderón, al Ejército y a Soberanes que todos los días hacían declaraciones del terror. Cómo olvidar a todos esos infames funcionarios y políticos calderónicos y priistas que se dedicaron a proteger a los militares señalados como si fueran Boy Scouts, merecedores de toda clase de loas y de insignias.
Fue como aquella otra historia también espeluznante donde las autoridades acusaron a una mujer de casi 70 años de con las habilidades de la Viuda negra y de la Mujer Maravilla, les puso a varios soldados un guamiza de perro bailador.
Y así fue amigas, amigos, amigues, amiguis a todo el sexenio de Caldedrunk (a mi licenciado Peña solo le interesaba que la única que no se preocupara fuera Rosario Robles), donde reinaban la imposición, el autoritarismo, la violencia oficial, los daños colaterales y el espíritu de García Luna Productions que tanto defienden sus viudas. Un mundo idílico que tanto añoran las tías panistas.
Con tal de defender al calderonato, se permitían pasar cualquier cantidad de narrativas chafas, edulcoradas, cursis y falsamente heroicas, con tal de que la narcoguerra, tan humanista ella, estuviera a buen resguardo.
¿Caldedrunk saldrá a ofrecer disculpas cuando menos?
Lo dudo, pondrá a los Alazrakos a defenderlo.
Al final se supo que Trump solo estaba blofeando y que esas llamadas de los Brics lo pusieron en perspectiva. Lo lamento por la Loka Academia de Miramones que ya quería la Tercera Guerra Mundial en Caracas y por la premio Innoble de la Paz Paz Paz que ya quería tirarle bombazos a Maduro.
