No sé qué sorprende más de este potente virus comunista que recorre México y que algunos científicos ya lo denominan como el “NomaMarx”: que haya llevado a que Vicente Vox escriba ”Ojos” con H (superó a su clásico “Cajón” con G), o que los pilares del sector opositors hagan drama por el virus comunista escondido en los libros de texto, cuando están apoyando con todo a una Lady X que es trotskista y se vende como adalid del aborto y los derechos LGBTT que tanto aborrecen sus patrocinadores kukluxpanistas. Y es que ya sabemos que con #Lady1000millones todo es así, guanajuatizante y gelatinoso. Ahora no solo se subió al Pancracio para avergonzar a rudos y técnicos, sino que de pronto descubrió que el PRI, PAN y PRD han recurrido a sus estructuras para que la Paredes, Creel, Kike de la Madrid y Chiflano Aureoles junten las chorromil firmas que les exigen. Es como cuando los millennials derechairos descubren los tacos de suaperro y la lucha de clases.
Eso es más alucinante que la foto de Sandra Baticuevas y Claudio XXX, que bien podría llevar el título de “Dime que te echaste un alacrán a la bolsa, sin decir que te echaste un alacrán a la bolsa”. Sobre todo ahora que la señora de los pelotazos declaró que “La oposición soy yo”. Ni la dotora Dresser, la Guerrillera Trendy, se hubiera atrevido a tanto.
El virus del comunismo está desatado, tan así que Kinky Téllez está de regreso, luego de que me la echaran a huipilazos, para enfrentar a “los libros comunistas” como ella los denomina. Todo con tal de apoyar los delirios de su jefe, Salinas Pliego, que casi ni se nota que se metió a la onda del anticomunismo primitivo porque le debe un megalanal al SAT, y quiere formar una narrativa melodramática, tramposo y manipuladora como la que aplicó en los tiempos del asesinato de Paco Stanley, ¿o será Paco Stalin?
Es más creíble Calderón disfrazado de ecologista.
El único que no es contradictorio es el nada grato de Graco Ramírez, el exgober precioso de Morelos. Lógico y solidario salió a defender a su fiscal de oro, Uriel Carmona, luego de ser apañado por entorpecer la justicia en el caso del feminicidio de Ariadna Fernández, revictimizada cien veces. Según investigaciones, este fiscal justiciero también mandó a la congeladora no pocas denuncias en contra del tal Graco, que dejó al estado en pésimo estado como buen chuchista-perredista. Pues a ver si no me lo descobijan, esto ya se puso frió como el viento, peligroso como el Marx.
¡No maMarx!