Se abrió la temporada de delirios y delirantes. Primero Marchelo juega con la posibilidad de irse al infiernito de Dante Delgado en MC, donde nunca encontrará el piso parejo que estaba buscando, pues el hacendado lo va a traer de su mascota, cuando mucho de caballerango. Luego tenemos a Markititititito Cortés que, de tanto rendirle culto a Krauze y a Panchititititito Martín Moreno, tiene la peregrina idea de que el berrinche de Ebrard es en realidad una estrategia de AMLO para que este llegue a Movimiento bien Fumado y divida a la oposición. Cualquiera diría que el líder del KukluxPAN ha estado fumando de la achicalada sin sema de Vicente Vox.
Por principio, el derechosaurio de Markitititito debería de saber que la derecha ha sido muy capaz de dividirse solita, que no necesita ayuda de nadie. Y ahí tenemos a la señora Gálvez que cada vez que hace una declaración pierde votos por docena, como ahora que anuncia que vendería a Pemex al peor postor (al ser tan calderonicolita, le entregaría a Iberdrola y a Odebrecht en una venta muy salinista de garage, de la misma manera que ya debe estar pensando en venderle el Tren Maya a Disney, tirar Dos Bocas para nada más dejar la barda y convertir el AIFA en un Starbucks) y cuando alega a lo Luis Echeverría que no es de derecha ni de izquierda, sino todo lo contrario.
Sin embargo, si lo que quieren Markitititito,Claudio XXX, Alitititito Moreno, Zambranitititito y sus asesores del Cártel Inmobiliario del PAN, es atraer a Marcelo lo están haciendo de la manera incorrecta. Sobre todo porque lo que está diciendo es que Ebrard no es capaz siquiera de hacer un berrinche por sí solo, que requiere de una orden de López Obrador para que hiciera la peor campaña posible traicionándose a sí mismo, con tal de darle en la torre a una oposición que no trae nada más que números rojos en su huipilósfera. Ni que Marcelo tuviera tan baja autoestima como Claudio XXX o el ChikiliQuadri, para protagonizar un compló donde al final quedaría en el ridi del ridi del ridi, con su carrera política hecha pomada.
Pobre Cortés, es tan limitado que no se ha dado cuenta que su verdadero enemigo es Verástegui, el amigui de Trump, que nada más al anunciar su candidatura le arrebató al Frente Guango a todos los ultra derechosos de la patria, los del Yunque, Vox y FRENAAA de un plumazo.
Lo único bueno para los opositores, es que la inflación cayó 4.6%, así que pueden hacer ¡más gelatinas y más baratas!