Sinceramente yo sí creía que no había un comportamiento más violento y amenazador contra las mujeres que el de la feminista heteropatriarcal, Denise Dresser. Sobre todo cuando en la mesa de los Paleros de Loret, que son peores que los paleros de Alazraki, se puso hipermachista yéndosele otra vez a la yugular a la diputada morenista, Andrea Chávez. Una cosa no sólo medieval, sino chafamente victimista y con una lógica de El derecho de nacer y Qué tiempos aquellos señor don Simón.
O sea, junto a Dresser, Milei es Simone de Beauvoir.
Sin embargo, esto fue superado por las amenazas que recibió Sandra Cuevas pornoarte del PRI, luego de que le dijo a Alititititito Moreno que por poder y un hueso vendería a su madre. Algo que nadie sabía, claro. La cosa es que a través de una distinguida diputada tricolor, Cynthia López, de manera muy mafiosa advirtió que el PRIcámbrico temprano, va a pedir a la Auditoría Superior de la Federación que investigue hasta los rollos de papel que ha comprado la alcaldesa durante su gestión. Y si no hay nada chueco, lo cual es muy poco probable, se lo van a inventar.
Supongo que para tanta amenaza también contribuyó que a Zambranitititito le pudo mucho que Sandy le dijera casi que más beodo que Calderon. Ni aguantan nada.
Me pregunto por qué no investigaron a Sandra Cuevas cuando regalaba pelotazos de a 500 varos, reprimía bailarines y feministas, madreaba policías, o se sentía la dueña de El Ángel de la Independencia. A lo mejor porque al Frente Marchito le resultaba muy útil, sobre todo para cumplir el sueño monrealista de apoderarse primero de la alcaldía, arrebatándosela a Morena, para después ir apañándolo todo.
Digo, ningún opositor la hizo de tos cuando a Sandra Cuevas le encontraron panfletos en contra de Claudia Sheinbaum, y en cambio la defendieron como si fuera Indira Gandhi.
Y ahora, “que busque fuero”, le sugieren.
¿Qué dirá de todo esto la ingeniera Galvez, que tuvo a la Cuevas de guarura? Ni la debe topar porque su campaña se sigue yendo al infierno. Y no lo dicen solo las encuestas, sino esa imagen en Chihuahua donde no juntó ni lo de un puesto de gorditas. O aquel momento que es una representación de su campaña: creyendo que una niña la quería saludar, Lady X estiró sus manos esperando abrazarla para la foto y cuál no sería su sorpresa cuando la criatura se pasó de largo buscando los brazos de alguien más. Xochitl se quedó como cuando se apagó el teleprompter.
Ya todo se le va en puro rapear, digo llorar.