A pesar de haber sido dotados de talento deportivo y contar con una preparación técnica adecuada, muchos jóvenes promesa en el deporte no logran llegar a un nivel profesional o sus resultados no son los deseados, principalmente debido a lesiones. Las lesiones que más comúnmente les impiden lograrlo son las articulares, musculares o tendinosas que se cronifican. En ocasiones este tipo de lesiones no se manifiestan súbitamente, sino que van alterando imperceptiblemente las propiedades estructurales y funcionales de los músculos y articulaciones hasta desarrollar una lesión que se prolonga en el tiempo y que si no es atendida oportuna y adecuadamente, modifican el futuro profesional de esos jóvenes deportistas.
Muchos estudios científicos al respecto han sido realizados en diversas disciplinas deportivas, con resultados similares, que permiten sacar conclusiones aplicables en lo general.
Se ha identificado que la mayoría de los jóvenes son sometidos a sobrecargas deportivas, tanto en entrenamiento como en competencia. No estiran adecuadamente, ni antes ni después. La hidratación es inadecuada y no tienen un régimen nutricional apropiado a la disciplina y al momento específico, entrenamiento y competencia. Lo ideal es contar con la asesoría de un preparador físico y nutriólogo deportivo.
Para quienes no cuentan con esos apoyos, aquí algunas recomendaciones prácticas sugeridas por los expertos.
Bebe al menos 100 ml de agua fría o té caliente antes de tu entrenamiento. El té verde puede mejorar la sensibilidad a la insulina, estimular el metabolismo y promover la pérdida de peso. Antes de entrenar come algo que contenga tanto carbohidratos como proteína, para aumentar las reservas de glucógeno del hígado y ayudar al crecimiento y a la reparación muscular.
Unos 30 minutos previos a la competencia puedes realizar una carrera suave de unos 10 minutos. Mantener el estiramiento, sin forzar, sin rebotes, durante unos 20 segundos, repitiendo tres veces, con un descanso intermedio de 30 segundos.
La alimentación previa a un partido debe ser rica en hidratos de carbono compuestos (pasta, arroz, pan, mejor integrales o papa con sal y especias, acompañado por una ingesta generosa de agua bebida a sorbos, para evitar una sobrecarga para el estómago).
Durante el partido debes beber antes de tener sed, cuando hay sed es muestra de que ya existe un déficit hídrico. Terminado el partido, estiramientos suaves. Ejercicios de espiración e inspiración profundas y relajadas. Reponer líquidos bebiendo agua o bebidas isotónicas, además de yogur líquido o proteínas. Es muy importante la ingesta de jugos de frutas cítricas con fructosa y proteínas de fácil digestión dentro de la primera hora tras esfuerzo.
No dejes que las lesiones modifiquen tu futuro. Más vale prevenir. _
Ignacio Cardona