La economía es una ciencia social.
La pandemia Covid ha hecho evidente que cuando no hay interacción social el intercambio económico se hace difícil y hasta imposible.
Las personas creamos flujos financieros sólo cuando nos conectamos socialmente, y si me permiten ponerme teórico, la riqueza y el dinero son únicamente una medida convencional de la interacción social y de sus intercambios.
Esta semana he estado releyendo historia económica.
Biografías de magnates antiguos y contemporáneos.
Y apenas me percaté de que las más grandes fortunas a lo largo de la historia moderna han sido el resultado de crear algún monopolio que conecta a la gente.
Zuckerberg es dueño de un monopolio de redes sociales que conectan gente. Carlos Slim tuvo una licencia exclusiva para conectar gente con telefonía fija y celular en México.
Bill Gates y Steve Jobs ganaron billones produciendo artefactos y programas informáticos que conectan gente.
Cornelius Vanderbilt y Leland Stanford hicieron fortuna construyendo la red ferroviaria que conecta Estados Unidos.
Andrew Carnegie y John Rockefeller fabricando el acero para los vagones y para las conexiones viales.
William Mellon y John Pierpont Morgan organizaron las redes de inversionistas para crear los cárteles del acero, del petróleo y del ferrocarril.
Amazon conecta fabricantes con consumidores de manera directa.
Google inició como un motor de búsqueda para ayudar a la gente a encontrar y a encontrarse en Internet.
Los periódicos, las estaciones de radio y de televisión siguen en el negocio de generar y de difundir contenidos que interesen y que conecten con la gente.
¿Cuál será el próximo negocio que logre conectar más y mejor a la gente?
¿Quién será el próximo multimillonario Forbes?